Piden 8 años a una pareja por timar un millón simulando accidentes

La Audiencia de Lleida juzgará la próxima semana a una pareja, un exsargento de Bomberos y una auxliar de enfermería del Arnau, acusados de simular dos accidentes de tráfico por los que llegaron a cobrar alrededor de un millón de euros de aseguradoras y la Seguridad Social. La Fiscalía solicita para los acusados sendas condenas de ocho años de prisión. Considera que el hombre es autor de dos delitos continuados de estafa y que la mujer es autora de un delito continuado de estafa y de un delito contra la Seguridad Social porque consiguió la invalidez a raíz del supuesto timo. En el banquillo se sentará un tercer acusado, que supuestamente colaboró con la pareja, y que se enfrenta a un año de prisión. Además, el Ministerio Público pide que el matrimonio indemnice a las aseguradores y la Tesorería de la Seguridad Social con más de 1,2 millones de euros. También pide que se condene a la mujer con una multa de 106.000 euros y al hombre, con 12.000 euros.

Los acusados fueron detenidos en agosto de 2017 por los Mossos d’Esquadra. La División de Investigación Criminal (DIC) seguía la pista a la pareja después de que un investigador privado de una compañía de seguros alertara de que tenían sospechas de un cliente podía haberlos estafado con la simulación de dos accidentes de tráfico que se produjeron en 2010 y 2015. De esta forma, según el escrito de acusación de la Fiscalía, la madrugada del 20 de marzo de 2010 en La Caparrella “el acusado simuló ser víctima de un accidente que previamente había planeado con otra persona consistente en una colisión por alcance entre un camión y un turismo (...). El siniestro fue ideado con la finalidad de cobrar elevadas indemnizaciones de las compañías de seguros con sendas pólizas de accidentes y de vida, con cobertura en caso de invalidez”. El otro conductor percibió 2.000 euros. Además, consiguió que le dieran la incapacidad “simulando padecer un trastorno depresivo reactivo que le impedía el desempeño de su profesión de sargento de bomberos”. Añade que cinco años después, el 17 de junio de 2015, su pareja, auxiliar de enfermería del Arnau, sufrió un accidente “concertado” con otro conductor en la carretera N-II “al objeto de que pudiera simular y justificar el padecimiento de las lesiones, con el que obtener el cobro de elevadas indemnizaciones”. También consiguió el grado de incapacidad permanente absoluta.