La estación de trenes se vacía en el primer día con convoyes reducidos

La estación de trenes Lleida-Pirineus vivió ayer la primera jornada con el nuevo servicio de trenes adaptado al estado de alarma con apenas viajeros y el edificio casi desierto. Pese a que Renfe calculaba que con el nuevo servicio su oferta de trenes se reduciría en un 85% y los de alta velocidad un 50%, en la capital apenas se notó esta falta de convoyes, pero sí de viajeros. Las conexiones con Barcelona se mantuvieron en su mayoría, como el Avant de las 7 de la mañana o el Avant y el AVE de las 9, así como los Avant de vuelta a Lleida de las 18.00 y de las 20.10 horas. Las conexiones con Madrid y el País Vasco también fueron las habituales. Paralelamente, la Autoritat Territorial de Mobilitat de Lleida anunció ayer que reducirá en un 50% sus servicios después de haber tenido un descenso de viajeros del 90%. Por ello, las conexiones de Lleida con la Segarra serán a demanda mientras que en otros pueblos no ofrecerán servicio “porque no había ningún viajero”.