Escuelas en marcha, pero semivacías

Pocos alumnos en los centros educativos del llano de Lleida el primer día de reapertura tras alcanzar al fin la fase 2. Abrieron con las medidas de seguridad requeridas, como gel hidroalcohólico, distancias y mascarillas, pero pocas familias optaron por llevar a los pequeños a las aulas, después de tenerlos en casa desde mediados de marzo, cuando las escuelas cerraron por la pandemia. Algunas por temor al virus y otras porque consideraron que por dos semanas que quedan de curso no vale la pena llevarlos. En cambio, otros padres reivindicaron la necesidad de su apertura y hubo quien destacó que los docentes no estaban de acuerdo en abrir, pero que tuvieron que hacerlo al reclamarlo las familias. Los sindicatos educativos también se opusieron frontalmente a ala reapertura de los centros.

En Lleida ciudad, a algunos colegios no acudió ningún niño de Infantil, como en Torre Queralt, Balàfia, Pràctiques I o La Mitjana, pese a que en este las familias de 7 habían notificado que los llevarían. En el Parc de l’Aigua fueron 4 y al Frederic Godàs, 2 de Infantil y 38 de sexto de Primaria. Este centro denunció que la Paeria les ha dejado sin conserje y “las puertas no se podían abrir de la suciedad acumulada”. Al Maristes asistieron 7 de Infantil, de los 20 previstos, y al Joc de la Bola, 3 de 11. Al Episcopal llevaron solo a 4 alumnos de Infantil. En el instituto Caparrella la asistencia fue casi nula, al Guindàvols fueron 4 estudiantes, 25 al Màrius Torres y al Manuel de Montsuar, 15 de segundo de Bachillerato y 30 de otros cursos. El de Soses tampoco tuvo párvulos y solo recibió a 26 de otros cursos.

La Fapac alerta que los más perjudicados por este regreso a medio gas son los más vulnerables

En comarcas la tónica fue la misma. El colegio Pompeu Fabra en Mollerussa solo contó con un alumno de Infantil, informa J. Gómez, y hoy asistirán estudiantes de sexto de ESO. El instituto Terres de Ponent ha convocado a estudiantes para hoy, día en que abren las guarderías municipales. En el Urgell, los centros de Puigverd d’Agramunt y Tornabous y la ‘llar d’infants’ de Castellserà no tuvieron alumnos y en Verdú la escuela abrirá hoy, informa Segre Tàrrega. El colegio Jacint de Verdaguer de Tàrrega recibió 9 niños y el Maria Mercè Marçal, a 8 de Infantil y 7 de primero de Primaria. En Cervera, la escuela Josep Arqués esperaba ayer 12 alumnos y su director prevé que volverán el 40% del total, informa X. Santesmasses.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Catalunya, Belén Tascón, calificó de “simbólica” la reapertura de los centros y cree que el departamento “no garantiza el derecho a la educación en igualdad de condiciones”. Afirmó que “escuelas están enviando cartas a las familias desincentivando que lleven a los niños porque no pueden garantizar buenas condiciones, porque no estará su maestra o que el distanciamento no permitirá la misma atención”. Remarcó que con esta “apertura voluntaria quedan excluidos los más vulnerables y no es el balón de oxígeno que necesitarían”. “El departamento no ha tomado medidas para garantizar que todo el alumnado que lo necesite pueda ir a la escuela. La asistencia es baja porque se ha desincentivado mucho por parte de Educación, desde el momento en el que no da un mensaje claro. Si las autoridades sanitarias dicen que abrir es seguro, Educación ha de poner los recursos para hacerlo para que todo el alumnado pueda disfrutar del derecho a la educación”, subrayó. Pidió educación sea presencial en septiembre “porque no se puede atender los alumnos con necesidades o vilnerables por vía telemática”.

Por su parte, Patrícia Fidel, de la Federación de Ampas de la Escuela Cristiana, dijo que “el servicio es necesario por conciliación”, pero apuntó que “no sabemos si es contraproducente que los más pequeños vuelvan en esta situación” y añadió que “no se está teniendo en cuenta su educación”. “Muy pocos padres han llevado a los niños, pero creo que es por miedo, no porque no lo necesiten”, señaló.