Autorizadas de nuevo las salidas de menos de 3 días en las residencias

Los departamentos de Salud y Derechos Sociales autorizaron ayer, tras casi un mes de veto, retomar las salidas de menos de tres días de usuarios de las residencias, siempre que sea con la burbuja de convivencia.

Esta medida entró en vigor ayer mismo, tras disminuir la incidencia del coronavirus en las residencias, dentro de la actualización del protocolo de control en residencias, que se mantendrá durante 14 días. Esta actualización sigue permitiendo las salidas de tres o más días, como hasta ahora, y los familiares que acudan a recoger a los residentes al centro deberán firmar una declaración de responsabilidad y dar negativo en un test de antígenos.

Las visitas familiares siguen limitadas a dos personas que deberán dar negativo en un test de antígenos supervisado por cualquier profesional de la residencia.

En cuanto a los profesionales, también se mantienen los cribados periódicos ya establecidos, así como las medidas de aislamiento en caso de ser positivo y la vacunación para nuevas incorporaciones. En caso de brote entre residentes, se mantiene el aislamiento de 10 días para casos confirmados, mientras que los no confirmados que estén correctamente vacunados no deberán hacer cuarentena, pero sí se harán una prueba PCR.

A pesar de la “suavización” de las restricciones, la Generalitat recordó que aunque las cifras apuntan a una “clara tendencia a la reducción de nuevos casos, la afectación social y en las residencias aún es elevada”.

Muchos usuarios celebraron poder salir a diario. Uno es Josep Roca, residente de la Llar de Sant Josep de La Seu d’Urgell, que celebraba poder volver a “recuperar la libertad”, porque “estar aquí dentro todo el día es como si me mataran”. Tiene un jeep con el que antes de las restricciones acostumbraba a salir a dar una vuelta cada día y estas últimas semanas ha tenido que “dar vueltas por los jardines de la residencia para que no se quedara sin batería”. Un residente en el mismo geriátrico, Josep Vila, dijo esperar que “no nos vuelvan a encerrar más”, y otro, Vicenç Klimt, aseguró que “lo necesitábamos todos”.