Lleida empieza la media veda de caza en un año marcado por la sequía y la emergencia cinegética por la plaga de conejos

Los cazadores de la plana de Lleida han inaugurado este domingo la temporada de caza con la media veda en un año atípico marcado por la sequía, que provoca una bajada de especies para cazar, y para la emergencia cinegética para la proliferación de conejos en unas noventa de áreas privadas de caza de las comarcas del Segrià, la Noguera, el Urgell, el Pla d'Urgell, la Segarra y las Garrigues. Aparte de conejos, los cazadores también podrán capturar estorninos, palomas torcaces, urracas, codornices, palomas fondo rocoso y zorros, mientras que la Generalitat mantiene el veto establecido el año 2021 de cazar tórtolas. La media veda se alargará hasta el 10 de septiembre por toda Catalunya con 10 días hábiles para la caza en Ponente y 4 en el resto del territorio.

La media veda empieza en un contexto de sequía que, según el presidente de la Federación de Caza de Lleida, Jaume Teixidó, provoca una bajada del número de especies por cazar. Mientras lamenta que la perdiz "está desapareciendo", también reconoce que la sequía "ha frenado" la proliferación de conejos en un momento de emergencia cinegética por sobrepoblación en las comarcas de las Garrigues, el Pla d'Urgell, el Segrià y el Urgell, así como en cinco áreas privadas de caza de la Segarra y en catorce de la Noguera.

De hecho, la Generalitat prevé cerrar el mes de septiembre con más de 300.000 conejos abatidos a lo largo del año, una medida que combina con el uso de biocidas en las carreteras. De conejo hay una parte de los que había antes. Se han abatido muchos", destaca Teixidó. En todo caso, asegura que los cazadores harán "todo el posible" para que no haya más daños a los cultivos.

De rebote, la declaración de emergencia cinegética limita la caza de zorros, una de las características de este periodo. En este sentido, los cazadores tienen prohibido capturar zorros en aquellos cotos afectados por la sobrepoblación de conejos, ya que los zorros ayudan a controlar la densidad de estos animales al ser un depredador natural.

Además, el Gobierno mantiene las limitaciones que ya estableció en temporadas anteriores, como la caza de codornices a un máximo de 20 ejemplares por cazador al día. Otra restricción afecta en la paloma roquera e híbridos de esta especie, que sólo se podrán cazar los días hábiles de la media veda en el mes de septiembre.

Por otra parte, la Generalitat prohíbe cazar tórtolas y mantiene el veto que aplica desde el 2021 por exigencia de la Unión Europea con el fin de favorecer la recuperación de esta especie. Por el contrario, los cazadores podrán abatir estorninos, urracas y palomas torcaces sin limitaciones.

Un momento "muy esperado" por los cazadores

El inicio de la temporada de caza es uno de los momentos más esperados por sus aficionados. "La media veda es una cosa diferente", destaca Teixidó, "sobre todo cuando hay codorniz porque es bonito cazarla con perro", añade. Sin embargo, lamenta que haya empezado con 5 días retraso. Explica que el día 15 de agosto "hay muchas codornices" pero el día 20 "la mayoría ya se han marchado".