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Familiares de usuarios del geriátrico Balàfia I denuncian fallos en atención e instalaciones: "Una usuaria que no estaba supervisada saltó por la ventana"
En quejas presentadas a la Generalitat y Síndic
Derechos Sociales responde que en las inspecciones “no se han detectado irregularidades graves”

Familiares de usuarios frente a la residencia, que cuenta con 96 plazas geriátricas y 30 de centro de día, con las quejas presentadas. - MARC CARBONELL
Media docena de familiares de usuarios de la residencia geriátrica Balàfia I, gestionada por la empresa pública Gestió de Serveis Sanitaris (GSS), denuncian “graves deficiencias” en la atención y las instalaciones. El representante de las familias en el consejo de participación del centro ha presentado varias quejas ante el departamento de Derechos Sociales y el Síndic de Greuges de Catalunya en las que asegura que hay falta de supervisión a causa de la escasez de gerocultoras y enfermeras, entre otras cuestiones. Ambas instituciones resolvieron que “no se han detectado irregularidades” ni “carencias funcionales”, pero detectaron anomalías.
El portavoz denunció que a finales de mayo una usuaria del centro “saltó por una ventana de la primera planta, cayendo en el porche de la fachada”. Aseguró que no estaba supervisada y que “ningún responsable se personó”, y Servicios Sociales respondió en junio que “estamos llevando a cabo las actuaciones inspectoras pertinentes”. Respecto a las ratios de personal, el departamento afirmó que se cumplen en todo caso. No obstante, la directora del centro respondió por escrito a una reclamación anterior que “el personal no puede prestar una atención individualizada y constante” a las personas con problemas cognitivos. El departamento emplaza a los familiares a resolver sus quejas con la dirección de la residencia, pero el portavoz asegura que “la directora ha mostrado un desinterés absoluto”, por lo que pide su cese. Asimismo, explica que está a la espera de reunirse con Derechos Sociales desde febrero y que ha sido denunciado a la Fiscalía por parte de la residencia.
Por otra parte, los familiares lamentan que “no se han cambiado los colchones de las camas desde que se inauguró el centro en 2006”. El departamento respondió que el contrato se licitó en 2022, pero fue impugnado. El Síndic dijo que en una inspección de mayo de 2024 se concluyó la “urgencia en la compra y el cambio de colchones”.
Asimismo, el representante de los denunciantes manifestó que en muchos casos solo se facilita una ducha semanal a los usuarios, a lo que el departamento respondió que la normativa no exige más, aunque el centro proporciona baños adicionales. No obstante, las familias aseguran que no es así. El portavoz también indicó que hay retrasos constantes en los horarios de los desayunos que pueden ser de varias horas y Derechos Sociales respondio que “no se han evidenciado incumplimientos significativos”. Otro familiar también presentó una queja ante el departamento en mayo por “falta de información sanitaria”, entre otras cuestiones. El departamento explica que ha llevado a cabo nueve inspecciones en Balàfia I desde 2022, cinco de ellas por denuncias. “Se han efectuado siempre las comprobaciones pertinentes y no se han detectado irregularidades graves en la atención de los residentes”, indica.