INFRAESTRUCTURAS POLÍTICA
Polémico plan del Govern para el aeropuerto de El Prat
Aragonès plantea cambiar el uso de las pistas en julio y agosto
Puente dice que perjudica a los vecinos y duda de su utilidad
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, propuso ayer modificar en julio y agosto el funcionamiento de las pistas del Aeropuerto de Barcelona en determinadas franjas horarias para aumentar la capacidad y asumir más vuelos largos. “La propuesta se basa en un cambio de la operativa de las pistas, pasando a trabajar con pistas independientes en unos meses del año para los vuelos de largo alcance, en unas franjas horarias de julio y agosto”, explicó en el foro Barcelona Tribuna. Esta propuesta permitiría pasar de 78 a 90 operaciones por hora durante estos dos meses, el máximo permitido en el ámbito del impacto ambiental. Todo ello sin afectar al espacio protegido de La Ricarda. Además de reclamar un nuevo modelo de gobernanza para el Aeropuerto que incorpore la Generalitat, pidió un plan de inversiones para la infraestructura y para algunas zonas urbanas del entorno, sobre todo en todo lo relacionado con la insonorización.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, dijo que este plan es un “apaño”, mientras que el titular de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, afirmó que modificar el funcionamiento de las pistas del Aeropuerto de Barcelona no mejora la actividad del enclave y “perjudica la salud” de los vecinos. ERC acusa a Puente de priorizar “los intereses de unos pocos” sobre la propuesta del Aeropuerto.La patronal Foment del Treball califica de “insuficiente” el plan de Aragonès, que enmarcó en un momento de precampaña y su “lógica”. La Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya rechaza ampliar el Aeropuerto y pide proteger la actividad agraria, mientras la alcaldesa de Gavà, Gemma Badia, cree que “vulnera el compromiso de garantizar la paz acústica” en el municipio. ZeroPort, que apuesta por un decrecimiento del Puerto y el Aeropuerto, dijo que este plan supone más vuelos y más gases de efecto invernadero en todo el territorio, “justo lo contrario de lo que dicen las leyes del cambio climático y los convenios internacionales”.