BALCANES
Treinta años tras el genocidio a Srebrenica siguen llegando ataúdes
Más de 8.000 hombres y niños bosniomusulmanes fueron ejecutados por los serbobosnios

Musulmanes bosnios portan féretros con los restos de víctimas recientemente identificadas del genocidio de Srebrenica. - EFE/EPA/HAZIM ALJOVIC
Treinta años después del genocidio de Srebrenica, el dolor sigue tan vivo como el recuerdo de quienes lo sobrevivieron. En el Centro Memorial de Potocari, entre miles de lápidas blancas, el trauma del pasado se hereda entre generaciones: “Esto no puede ni debe olvidarse”.
El nombre de Srebrenica quedó asociado para siempre a la infamia tras la masacre ocurrida el 11 de julio de 1995. Más de 8.000 hombres y niños bosniomusulmanes fueron ejecutados de forma sistemática por las fuerzas serbobosnias bajo el mando del general Ratko Mladic, en el que se considera el peor crimen cometido en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
El presidente bosnio de Bosnia y Herzegovina, Denis Becirovic, advirtió ayer contra la “relativización” del genocidio del pueblo bosnio y aseguró que las políticas que derivaron en aquellos crímenes no han desaparecido todavía. “Solo un Estado fuerte puede detenerlo”, señaló.
Treinta años después, los dos máximos responsables de la matanza, el líder político de los serbobosnios Radovan Karadzic y el ejecutor directo de la operación, el comandante Ratko Mladic, fueron condenados a cadena perpetua. Sin embargo, decenas de implicados han escapado impunes.
Hasta ahora se han identificado y enterradas a unas 7.000 víctimas. Ayer, durante la conmemoración se dio sepultura a 7 víctimas más.