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ENERGÍA RENOVABLES

El impuesto al sol llega al ocaso con solo 42 plantas inscritas en Lleida

El Gobierno socialista anuncia el fin del polémico gravamen al autoconsumo eléctrico

Los paneles solares de la empresa Frifruit en Miralcamp.

Los paneles solares de la empresa Frifruit en Miralcamp.AE3000

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El impuesto al sol llega a su ocaso sin apenas haber cosechado resultados en Lleida. El Gobierno socialista ha anunciado su intención de derogarlo cuando tan solo 42 instalaciones dedicadas a generar electricidad para el consumo de sus propietarios se han inscrito en el registro obligatorio que el ministerio de Energía creó en 2015. Es una cifra muy inferior a las 300 instalaciones que hay en las comarcas leridanas, según las estimaciones de organizaciones agrarias como UP.

De las 42 inscritas, una docena tienen menos de 10 kW de potencia, con lo que sus dueños están exentos de pagar en su factura de la luz este peaje por el suministro de apoyo que reciben de la red eléctrica. Su incorporación a los recibos también ha topado con dificultades. Desde su aprobación en octubre de 2015, no todas las distribuidoras eléctricas llegaron a aplicarlo al considerar que el Estado no dio las instrucciones necesarias sobre cómo hacerlo.

La inscripción en el registro estatal, bajo amenaza de multas de hasta 60 millones para quien eluda hacerlo, sigue aún abierta. Los paneles fotovoltaicos en la nave de la empresa Frifruits de Miralcamp se han convertido esta semana en la última instalación de autoconsumo inscrita en España junto con otra en Barcelona. La firma del Pla señaló que estos paneles, instalados por AE3000, generan el 40% de la electricidad que consumen y destacó la celeridad del consistorio en otorgar los permisos.

Nuevo impulso a las renovables tras años de parálisis por recortes Los recortes en las primas a las renovables que el Ejecutivo del PP aplicó en 2012 paralizó en Lleida decenas de proyectos de parques eólicos y plantas de biomasa. Posteriormente, implantó un sistema de subastas que, en las comarcas leridanas, solo ha beneficiado al proyecto del ayuntamiento de Alfarràs para reabrir la minicentral hidráulica de Mitasa. Ahora, la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, plantea un nuevo impulso a las renovables ligado a no prorrogar las concesiones a centrales nucleares y al cierre de las térmicas.

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