«Desde Lleida pediremos reforzar las finanzas locales»

La Generalitat ha nombrado esta semana a Bernat Solé (ERC) y a Ricard Pérez (Junts) delegados de la Generalitat en Lleida y en el Pirineo, respectivamente. En estas entrevistas plantean los principales retos de las oficinas que ya dirigen, el primero de los cuales es la reconstrucción social y económica tras la crisis provocada por la pandemia. Otro de los grandes desafíos es hacer oír la voz de la Lleida rural en la Generalitat, reivindicar las infraestructuras pendientes y reclamar una mejor financiación para los ayuntamientos.

Bernat solé, delegado de la generalitat en lleida

En poco más de un año ha pasado de ser alcalde de Agramunt a conseller de Acción Exterior y, ahora, delegado. ¿Con qué se siente más identificado?

La vida te lleva a nuevas responsabilidades y cuando se te pide dar pasos adelante tienes que estar dispuesto a servir a la ciudadanía y al país. Ahora se me pide dirigir la delegación y creo que puedo aportar la experiencia en la Generalitat y en el municipalismo. Es la combinación de todos lo que me define.

ERC dirige de nuevo esta delegación, lo que no hacía desde Miquel Pueyo. ¿Qué retos inmediatos hay sobre la mesa?

Formamos parte de un gobierno republicano y de izquierdas y esto ha de trascender a las políticas de los distintos departamentos. Como delegados transmitiremos políticas como la igualdad de oportunidades, la equidad, la educación de calidad, el equilibrio territorial o reivindicar infraestructuras necesarias para que todos puedan desarrollar su proyecto de vida en Lleida.

¿Cómo se concreta en Lleida?

Estamos escuchando mucho a todos los sectores: el alimentario o el de la digitalización, entre otros. Además, Lleida tiene la oportunidad de demostrar su capacidad en el turismo de proximidad, ahora que todo el país ha visto que para hacer turismo no hace falta recorrer muchos kilómetros.

¿Cuál es la situación de su inhabilitación?

Nuestro recurso está en manos del Supremo. Cuando determine, será una sentencia firme.

El president Aragonès se ha mostrado muy partidario del diálogo y la pacificación. ¿Qué puede hacer un delegado en esta línea?

Coser las distintas sensibilidades en todo el territorio. Más allá del modelo político, hay un interés general que pasa por resolver este conflicto de Catalunya con el Estado y no hay otra forma que el diálogo, la conciliación y el reconocimiento de derechos como la amnistía y la autodeterminación.

¿Algún encargo específico del president?

No hemos hablado aún de Lleida. En julio se presentará el plan del Govern y hay un elemento esencial que es la reactivación económica y la reconstrucción social del país, con el presupuesto de 31.000 millones aprobados por la Generalitat y vinculados al Next Generation, y este es uno de los retos más importantes como país.

¿Cómo hay que afrontar la situación de los temporeros y de los ‘sin papeles’?

Unas de las primeras reuniones que he tenido como delegado han sido para interesarme por la situación de los temporeros y he podido comprobar que se ha hecho un buen trabajo y coordinado. Es evidente que estas personas deben tener los derechos de cualquier ciudadano pese a su temporalidad en Lleida. La Generalitat lo sabe. El objetivo es que todo el mundo, esté el tiempo que esté en Lleida, tenga los mismos derechos.

¿Defiende los ‘papeles' para todos’?

Disponer de papeles es la mejor garantía para acceder a derechos básicos como la salud y el resto.

En clave de país, ¿cuáles son los retos del mundo local?

Hay que entender la diversidad municipal de este país y robustecer la financiación de los ayuntamientos. No están tan lejos las situaciones muy complicadas que vivieron los ayuntamientos tras la crisis. No nos lo podemos permitir. Tiene que haber una ley de financiación local o algún mecanismo que les dé recursos y permita que trabajen en red.

¿Incidirán en ello desde Lleida?

Es un elemento que pondremos sobre la mesa. Otras delegaciones también lo harán. Es un clamor de los ayuntamientos y la Generalitat lo tiene presente porque es un Govern cercano al municipalismo.

Ricard pérez, delegado de la Generalitat en el pirineo y aran

Cargos electos han pedido el despliegue de todas las consellerias de la Generalitat en el Pirineo. ¿Lo asumen como reto?

Es un reto de legislatura. Hace años empezó a desplegarse, pero no fructificó y ahora nos queda muy poco. Agricultura tiene oficinas en La Seu, Salud no tiene gerente y Juventud era una coordinación compartida entre Pirineo y Lleida. La voluntad es, durante los próximos meses, desplegar aquellas delegaciones ya presupuestadas. Otras necesitan dotación económica y cuando la tengamos lo desplegaremos todo, pero teniendo muy en cuenta una visión amplia del Pirineo, dejando de lado las pugnas sobre la ubicación, ya sea La Seu o Tremp. Estamos buscando la fórmula para que, cuando instauremos una nueva delegación, se la sienta suya todo el territorio.

¿Cuál es la agenda política del Pirineo en este inicio de legislatura?

Tengo claro que lo que quiere buscar la nueva delegación del Govern se resume en la palabra proyección. Estamos en una situación de pospandemia y debemos empezar a proyectar iniciativas de futuro que nos ayudarán a paliar todo el daño material que hemos sufrido. Queremos estar al lado del tejido empresarial y del resto de sectores porque todo lo que proyectemos a nivel del Pirineo también lo haremos a nivel de país. También el tejido asociativo, al que apoyaremos porque representa convivencia, humanidad, cohesión social y dar vida al territorio.

En Lleida, cada delegación tiene bajo su responsabilidad un aeropuerto. ¿Cuál es el futuro del de La Seu?

El aeropuerto de La Seu es una herramienta más del territorio y lo potenciaremos tanto como podamos. Así como al aeropuerto de Alguaire han sabido encontrarle una utilidad específica, debemos hacer lo mismo con el nuestro para que aporte riqueza. Debe convertirse en un motor más del Pirineo.

¿Qué retos tiene encima de la mesa como delegado?

Sobre todo proyección para conseguir salir de la pandemia con apoyo a todos los tejidos productivos, para ayudarlos a afrontar la situación en condiciones y con el reto de que puedan salir adelante. También en función del despliegue que podamos conseguir en el Pirineo podremos trabajar hacia un lado u otro. Si conseguimos desplegar Recerca i Universitats, hay mucho campo en la investigación por hacer que puede aportar un valor añadido al territorio. También ampliar los ciclos formativos y las posibilidades de formación, que aportan riqueza al territorio, así como el despliegue de la fibra óptica.

¿Cómo preparan el terreno para los Juegos Olímpicos de invierno?

Tenemos la intención de hacer una consulta a la ciudadanía. Haremos todo lo posible para que la gente tenga toda la visión e información de lo que pueden suponer unos Juegos Olímpicos, todo lo positivo y lo negativo para tomar una decisión con toda la información necesaria.

Usted es ahora el contacto directo de la Generalitat con payeses, hoteleros, pequeños empresarios y comerciantes. ¿Cómo ve el ámbito económico? ¿Hace falta una reactivación económica del Pirineo?

Totalmente. En la proyección que planteamos pospandemia debe caber todo el mundo. Desde la gente de a pie hasta el tejido empresarial y asociativo, sin dejarnos a nadie. La reactivación económica es un plan del Govern. Tenemos que mirar la repercusión de los Fondos Europeos de Recuperación, los Next Generation, los proyectos que podemos potenciar y cómo podemos ayudar desde la delegación para que estos proyectos tengan una buena aportación a nivel del Pirineo.