Más voces expertas contrarias a trasladar las pinturas de Sigena

La exconservadora de pintura románica del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), Montserrat Pagès, es otra de las voces expertas que advierten del peligro de trasladar las pinturas murales del MNAC procedentes del monasterio de Sigena a su emplazamiento original, como ha ordenado una jueza. Alerta de que si estas piezas del siglo XIII se reinstalan en el cenobio aragonés “de aquí a poco tiempo no quedará nada”. Entre sus argumentos destaca que los restos de pintura que aún se encuentran en Sigena fueron restaurados por el ministerio de Cultura a finales de los 90 y en 2012 se encontraban ya en un “estado deplorable”. Una de las causas, explicó, es el hecho de que el emplazamiento se encuentra encima de una laguna, lo que motiva humedades constantes, con el consecuente peligro para su mantenimiento (ver desglose). “Trasladarlas es conducirlas a la enfermedad, la muerte y la destrucción”, aseguró a SEGRE.

Asimismo, Pagès pone en evidencia el hecho de que no muy lejos de Sigena, la Cartuja de los Monegros está en “un estado lamentable, pese a ser Monumento Nacional y con unos frescos son extraordinarios. Puede ser que si continúan así, dentro de unos años no quede nada, como los de Sigena si se retornan al monasterio”. Pagès se pregunta si “¿esto importa a los políticos?” y muestra su sorpresa de que nadie reclame que “todo lo que se invierte en esta locura del litigio contra Catalunya se destine a la restauración del patrimonio que todavía se puede salvar en tierras aragonesas”. “Es absurdo que se dejen perder pinturas bien conservadas y quieran recuperar otras que, si se trasladan, se perderán”.

“Trasladarlas sería conducirlas a la enfermedad, a la destrucción y a la muerte”

Por su parte, el director del Centre d’Art d’Època Moderna de la UdL, Ximo Company, aseguró al programa DiS de Lleida TV conducido por Glòria Farré, que trasladarlas sería “un sacrilegio, una agresión brutal al patrimonio”.

Las humedades, gran amenaza para las pinturas del siglo XIII

Uno de los puntos en el que coinciden todos los expertos, incluidos Pagès, Company e incluso la máxima autoridad mundial en pintura mural y director de la restauración de la Capilla Sixtina, Gianluigi Colalucci (este último según declaró al diario El PuntAvui) es el hecho de que las humedades son una de las grandes amenenazas de las importantes pinturas murales del siglo XIII si estas se reinstalaran en la sala capitular del monasterio aragonés. Por una parte, por el hecho ya citado de que está situado encima de una laguna, pero por otra también porque “necesitan vigilancia y constantes de temperatura y humedad que certifiquen su protección”, recordaba Pagès. De hecho, los estragos de estas humedades también pueden intuirse en algunas partes visitables del monasterio, que actualmente está restaurando su sala capitular con la intención de acoger las pinturas del MNAC de Barcelona.