Marc se cae y Àlex roza el podio

Los hermanos Màrquez no pudieron continuar en Le Mans con la buena dinámica iniciada en Jerez, donde Marc subía al segundo cajón del podio y Àlex lograba su primera victoria en Moto2. En el trazado galo, que estrenaba asfaltado, las cosas no fueron tan bien, especialmente para el mayor de la saga, que se fue al suelo y firmó el segundo ‘cero’ en lo que va de temporada, mientras que el menor, pese a la fractura que sufre en un pie, dio su mejor versión y a punto estuvo de subirse al podio.

Maverick Viñales (Yamaha) fue el gran protagonista de MotoGP. El gerundense recuperó su mejor versión para sumar el tercer triunfo del año, en una carrera en la que luchó hasta el final con el italiano Valentino Rossi (Yamaha), que se fue al suelo en la última vuelta, mientras que el francés Johann Zarco (Yamaha) y Dani Pedrosa (Repsol Honda) completaron el podio. Con la victoria, la número 500 de Yamaha en el Mundial, Viñales añade otro éxito a los conseguidos en Catar y Argentina, y arrebata el liderato del Mundial (85) a su compañero de equipo, mientras Pedrosa sube a la segunda posición de la general (68), justo por delante de Rossi (62) y del de Cervera (58).

El piloto de Cervera baja un puesto en la general y está a 27 puntos del liderato que ahora ocupa Viñales

En la salida en el trazado galo, Zarco, ante el delirio de sus compatriotas, ganó la partida a las dos Yamahas oficiales para tomar el testigo de la prueba. Mientras, Màrquez ascendía dos puestos para colocarse tercero entre Viñales, poleman del sábado, y Rossi, pero ‘Il Dottore’ le devolvió la pasada poco después. El liderato cambió de dueño de nuevo en la vuelta 7, cuando Viñales recuperó el cetro a golpe de vuelta rápida, pero ni aún así conseguía abrir hueco con un Zarco dispuesto a hacerse con el triunfo en casa. La remontada del día, en cambio, la protagonizaba Dani Pedrosa, que en diez vueltas pasaba desde la decimotercera plaza de salida a la quinta. El de Castellar del Vallès ascendió otra posición en la vuelta 18, mientras que Marc se iba al suelo al forzar demasiado para que no se escapasen sus rivales, con lo que el vigente campeón del mundo de MotoGP sumó su segundo cero de la temporada tras la caída de Argentina.

La superioridad de Viñales se puso en peligro a falta de seis vueltas para el final. Rossi emergió como una exhalación para sobrepasar a Zarco, y ya solo quedaba el de Roses en el horizonte. De hecho, el transalpino replicaba al récord del circuito del gerundense mejorando su tiempo, tres décimas más rápido. Así, con tres vueltas por disputarse, Rossi consiguió adelantarle, pero Maverick no desistió. Ambos protagonizaron una lucha a muerte en las últimas vueltas, en la que el italiano, cerrando huecos en todo momento, mantuvo la calma hasta la última vuelta, donde Viñales consiguió pasarle. Tras el adelantamiento, Rossi se fue al suelo, despidiéndose del liderato mundial y permitiendo a Pedrosa subir al tercer cajón del podio.

El Gran Premio de Francia ha sido una demostración de tenacidad por parte de Àlex Màrquez, quien no se ha resentido del dolor de su fractura en el pie izquierdo que sufrió en la jornada del sábado y luchó por un podio que rozó con los dedos, aunque al final se tuvo que conformar con el cuarto puesto. El de Cervera perdió el tercer cajón a solo cinco vueltas del final después de una larga e intensa batalla con Thomas Lüthi.

Por su parte, su compañero de equipo, el italiano Franco Morbidelli (Kalex), se adjudicó su cuarta victoria de la temporada de Moto2 y ello le permite aumentar la ventaja al frente de la clasificación provisional del Mundial. Morbidelli.

La prueba de Moto3 fue del todo accidentada, y es que más de una quincena de pilotos se fueron al suelo en la misma curva durante la segunda vuelta. Una escabechina en la que peligraron sus cuerpos porque las motos iban golpeando unos a otros, aunque no hubo heridos graves. La carrera se reanudó con 16 vueltas, en lugar de 24, y venció el mallorquín Joan Mir, que es más líder.

Màrquez reconoce su error que dice haber sido “inesperado” Marc Màrquez lamentó no haber tenido su “mejor día” en el Gran Premio de Francia, que no terminó por una caída, un error que no se “esperaba”. “Es una lástima porque estaba muy concentrado para intentar acabar la carrera. Sabía cuál era mi ritmo y que los pilotos Yamaha eran más fuertes, pero mi objetivo era optar al cuarto o quinto puesto y ser competitivo hasta el final”, señaló. El de Cervera indicó que ya el sábado no se sentía “del todo cómodo con la parte delantera de la moto” y que se le “resistía” el primer sector de la pista. “He intentado tener cuidado, pero por alguna razón he perdido el agarre de delante de repente. Me he caído en la curva que menos me esperaba. Si tengo que ser sincero sí que iba con precaución en dos o tres puntos en los que notaba el límite, pero ahí me notaba bastante bien y me he caído. Tenemos que pasar página y dentro de lo malo lo bueno es que con dos errores estamos a 27 puntos del líder”, aseveró. Por su parte, Àlex reconoció que “el podio ha estado muy cerca, pero en las últimas vueltas simplemente no he podido aguantar. Lo más importante es que he sumado unos puntos importantes para el campeonato en un circuito donde habitualmente sufro un poco”.