El sector agrario y los municipios frutícolas denuncian ser víctimas de mentiras y difamaciones

El sector productor y los municipios frutícolas se unieron en un acto inédito para clamar “basta”, replicar las acusaciones que están recibiendo en los últimos días y asegurar que “aquí no hay ningún tipo de racismo”. Lo hicieron en el campo de fútbol de Alcarràs, donde el alcalde, Manel Ezquerra, leyó un manifiesto respaldado por alrededor de 80 consistorios, además de todas las organizaciones agrarias, UP, JARC y Asaja, de la patronal Afrucat y la Federació de Cooperatives, entre otros. Rechazaban así que se les culpe de que haya personas durmiendo en la calle en la ciudad de Lleida e insistieron, una vez más, que la gran mayoría carece de la documentación en regla y por tanto no les pueden contratar. “Ningún payés, alcalde o vecino tiene que pedir perdón a nadie porque aquí no hay racismo”, insiste el manifiesto, en el que denuncian su malestar por las “mentiras” y “difamaciones” a los que se ven sometidos “sin importarles los daños económicos y sociales que representa para el territorio”. Se quejan de algunas plataformas y colectivos, pero también de ciertos medios de comunicación.

El líder de Asaja, Pere Roqué, quiso dejar claro que no hay “ni racismo ni esclavismo” en la fruta, “si no, no habría 35.000 personas dadas de alta y trabajando en los campos” porque nadie querría emplearse en la fruta de Lleida. “Si hay que dar de comer, se da comida, si se ha de dar alojamiento, se da alojamiento, y si les hace falta dinero, los agricultores les avanzan pagas”, dijo. Esquerra reiteró los datos de las inspecciones de los últimos años en Lleida, con 1.500 trabajadores implicados y solo 15 expedientes, la mayoría por falsedad documental de la identidad del trabajador con la que “el sector no tiene nada que ver”. También destacó el esfuerzo inversor en alojamientos, con un promedio de 5.000 euros por plaza.

Unos 80 ayuntamientos, organizaciones agrarias, de cooperativas y patronales respaldan el manifiesto

El presidente de Afrucat, Francesc Torres, dijo que ya han llegado al sector preguntas de importadores de fruta de Lleida preguntando qué está pasando, al tiempo que destacó que las centrales están certificadas de buenas prácticas laborales.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, defendió la labor policial durante el estado de alarma para impedir los desplazamientos de personas de un territorio a otro, aunque admitió que algunas han podido llegar al Baix Segrià pesar de no poder trabajar por no estar regularizadas.

Tras el acto, un grupo de alcaldes, capitaneados por el de Torres de Segre, Joan Carles Miró, visitaron el alojamiento municipal en esa población que, como informó SEGRE el martes, cuenta con 110 plazas que está previsto que se llenen completamente a lo largo de los próximos días.

Por su parte, la plataforma Fruita con Justícia Social sostiene que acusarles de criminalizar a los agricultores es una lectura “sesgada, interesada y manipuladora” de sus reivindicaciones. Insiste en atribuirles “sus responsabilidades ante una situación que “se repite año tras año”, en referencia a las personas que duermen en la calle en Lleida. Así, exige el cumplimiento del convenio del campo y el respeto, dice, al marco jurídico internacional y nacional en materia de derechos humanos a los actores implicados.

El ayuntamiento de Fraga se hace cargo del Sotet para abrirlo ya

El ayuntamiento de Fraga solicitará al Gobierno de Aragón la competencia temporal para poder abrir el pabellón del Sotet como alojamiento excepcional de temporeros. Así lo aseguró ayer la alcaldesa, Carme Costa (PP), tras reunirse el miércoles con el presidente de la comarca, Marco Ibarz (PSOE), quien declinó que el consejo tuviera responsabilidad en este ámbito. Costa indicó que se ha tomado esta decisión para poder abrir con la mayor brevedad posible, aunque “somos conscientes que este proceso puede dilatar todavía más la apertura del Sotet para alojar a estas personas”. Por otro lado, también se están explorando otras vías que puedan acelerar este proceso. El pabellón del Sotet está preparado para acoger 40 temporeros y evitar que duerman en la calle. El Cortes de Aragón está destinado específicamente a afectados por Covid-19, según informa José Díaz.