Degustación de helados y mousse de mostillo en la décima Fira de Llimiana

Cientos de personas visitaron ayer por la mañana la Fira del Mostillo de Llimiana, que este año celebra su décimo aniversario. Además de las paradas de productos artesanales, pudieron disfrutar de degustaciones de postres −helado o mousse, entre otros− elaborados con mostillo, un dulce hecho con mosto y frutos secos. El programa de actividades comenzó con un desayuno popular en la plaza del Fossar Vell e incluyó la séptima edición del encuentro de forjadores, una exhibición de country a cargo de Country Pallars y visitas guiadas a la iglesia románica, a la casa museo Bonifaci y a una bodega medieval. Para los más pequeños, el ayuntamiento organizó un taller en el que aprendieron a elaborar figuras de barro que hizo las delicias de decenas de niños y niñas. El hilo musical lo puso la formación Ribatònics, que puso a bailar a los asistentes durante su concierto de música tradicional. El vicepresidente de la diputación de Lleida, Jordi Latorre, presidió la inauguración de la Fira y, durante su discurso, definió Llimiana como un municipio emprendedor y comprometido, pues “se trata de un encuentro que dinamiza el territorio y su economía a través del turismo”. En este sentido, Latorre destacó que desde la diputación quieren seguir “apostando por el turismo y ayudando a los pueblos pequeños y más despoblados”. El acto de inauguración también contó con la participación del alcalde de Llimiana, Josep Terré; el alcalde de Rialp y asesor de la diputación en cuanto a políticas del Pirineo, Gerard Sabarich; la delegada del Govern en el Alt Pirineu i Aran, Rosa Amorós. La feria, que comenzó el sábado con una ‘masterclass’ de trufas de azafrán, acabó a las tres de la tarde.