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Diez detenidos por presuntamente vender preservativos falsificados a prostitutas en Barcelona

También distribuían medicamentos contra la disfunción eréctil sin control médico

La Policía Nacional detiene en Barcelona a 10 personas que presuntamente formaban parte de un grupo dedicado a vender preservativos falsificados y medicamentos contra la disfunción erectil sin control médico.

La Policía Nacional detiene en Barcelona a 10 personas que presuntamente formaban parte de un grupo dedicado a vender preservativos falsificados y medicamentos contra la disfunción erectil sin control médico.Policía Nacional

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La Policía Nacional ha detenido en la provincia de Barcelona a 10 personas que presuntamente formaban parte de un grupo dedicado a vender preservativos falsificados, que presentaban deficiencias y no garantizaban protección, y medicamentos contra la disfunción eréctil sin control médico, que principalmente ofrecían a prostitutas a través de aplicaciones de mensajería. El cuerpo policial ha explicado en un comunicado este miércoles que los productos no pasaban ningún control médico ni en la fabricación ni en la prescripción, y la Policía los considera "un grupo criminal muy hermético, profesionalizado y especializado" cuyos principales investigados viven en Badalona y en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

Conseguían los contactos de las mujeres a través de portales donde se anunciaban como prostitutas y al registrar sus viviendas la Policía ha incautado 20.000 preservativos de distintas marcas, miles de unidades de medicamentos contra la disfunción eréctil y más de 15.500 euros.

Los preservativos no cumplían con los requisitos necesarios para ser comercializados en España y, por tanto, "no se podía asegurar que ofrecieran un nivel de protección adecuado". La investigación empezó con la queja de una clienta al detectar la "mala calidad" de los preservativos que había encargado, tras lo que la empresa de paquetería que se los había entregado avisó a la Policía. Al detectar el engaño, la empresa distribuidora aseguró a la Policía que los preservativos eran "una clara falsificación", en la que la fecha de caducidad no correspondía con el número de lote, y los condones también tenían bordes deficientes y estaban etiquetados con una tipografía que no es la que usa la marca original.

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