TRIBUNALES SENTENCIA
Absuelto de abusos sexuales a la nieta de una amiga
Al acusado, de 80 años, le pedían nueve años de prisión || La menor cambió de versión en el juicio y no hay otras pruebas
Imagen de los juzgados del Canyeret.
La Audiencia de Lleida ha absuelto a un hombre de 80 años acusado de abusar de una niña de 10 años en Balaguer. El tribunal afirma que “no ha logrado alcanzar la convicción necesaria para emitir un pronunciamiento condenatorio, estimando que la declaración de la menor resulta claramente insuficiente” porque ha incurrido “en contradicciones y ambigüedades” y posteriormente varió “sustancialmente su relato”. Además, determina que ninguna de las pruebas practicadas en el juicio, como la declaración de los testigos, corroboran la denuncia de la menor.
El acusado, que negó los hechos y estaba representado por el abogado Enric Rubio, se enfrentaba a una petición de hasta nueve años de prisión, que era lo que solicitaba el abogado de la Generalitat por un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años. Por su parte, la Fiscalía y la acusación particular pidieron una condena de ocho años y medio de prisión. En el juicio, celebrado el pasado 15 de septiembre, la menor explicó que los supuestos abusos fueron tocamientos, y que “exageró” su relato obligada por su abuela.
“Aprovechaba cuando estábamos solos para tocarme e intentó darme una bofetada”, relató. Los psicólogos avalaron la credibilidad de la declaración. En este sentido, el tribunal recuerda que la niña “admitió en el acto del juicio que se había inventado hechos en su primera declaración”, que es en la que se basaron los psicólogos.
Por su parte, la abuela de la niña declaró que no obligó a la menor a exagerar y que cuando le contó los abusos se sorprendió por la confianza y la buena relación que tenían con el acusado hasta que su nieta le relató los abusos. El acusado afirmó que “no le hecho tocamientos a ella ni a nadie”. Además de la elevada pena de prisión a la que se enfrentaba, las acusaciones también solicitan libertad vigilada e importantes indemnizaciones.
En concreto, la acusación particular pedía 80.000 euros y la Generalitat, 30.000 euros, por los supuestos daños morales que sufrió la denunciante.
