La noche y el día

Desconozco si a estas alturas aún hay sesudos programadores de Mediaset que aún no entienden por qué indefectiblemente cada viernes el Sálvame Deluxe recibe una paliza, en términos de audiencia, de Tu cara me suena de Atresmedia. Por si ustedes aún tienen dudas al respecto, les recomiendo que, el próximo viernes, vayan zapeando de Tele 5 a Antena 3. Realizarán un viaje que les llevará de la noche al día televisivamente hablando. Del cielo al infierno, del ying al yang, de una fiesta a un funeral... Tele 5, en el programa que presenta Jorge Javier Vázquez –cuando no lo deja en manos de María Patiño–, sigue buscando el morbo por el morbo, la maledicencia, el rumor elevado a la categoría de exclusiva, todo interpretado por los colaboradores ajustándose a un guion escrito con muy mala baba. En Tu cara me suena, en cambio, todo son risas, compañerismo, camaradería, diversión. Se lo pasan bien el jurado, los invitados, los concursantes y el público. En uno todo chirría. En el otro todo marcha como una seda. Así las cosas, ¿todavía nos sorprendemos sobre quién gana?Desconozco si a estas alturas aún hay sesudos programadores de Mediaset que aún no entienden por qué indefectiblemente cada viernes el Sálvame Deluxe recibe una paliza, en términos de audiencia, de Tu cara me suena de Atresmedia. Por si ustedes aún tienen dudas al respecto, les recomiendo que, el próximo viernes, vayan zapeando de Tele 5 a Antena 3. Realizarán un viaje que les llevará de la noche al día televisivamente hablando. Del cielo al infierno, del ying al yang, de una fiesta a un funeral... Tele 5, en el programa que presenta Jorge Javier Vázquez –cuando no lo deja en manos de María Patiño–, sigue buscando el morbo por el morbo, la maledicencia, el rumor elevado a la categoría de exclusiva, todo interpretado por los colaboradores ajustándose a un guion escrito con muy mala baba. En Tu cara me suena, en cambio, todo son risas, compañerismo, camaradería, diversión. Se lo pasan bien el jurado, los invitados, los concursantes y el público. En uno todo chirría. En el otro todo marcha como una seda. Así las cosas, ¿todavía nos sorprendemos sobre quién gana?