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En cinco años se jubilarán cerca del 50% de los secretarios locales de Lleida que son funcionarios. Este hecho agravará aún más la delicada situación que ya viven muchos ayuntamientos (la mayoría pequeños, aunque también afecta a capitales de comarca como Balaguer), que están bajo mínimos. La precariedad del sector, con mucha itinerancia porque no se convocan plazas, tendría que hacer reflexionar a la administración.

Los secretarios son imprescindibles para el correcto funcionamiento de los consistorios, ya que en los municipios más pequeños, que no tienen interventor, dependen de ellos hasta para pagar nóminas y facturas. La figura del secretario interventor asesora, autoriza y fiscaliza cualquier actividad de los ayuntamientos que implique hacer un pago o una contratación. Evitar la parálisis de las administraciones locales debe ser una prioridad y hay que solucionar el problema antes de que las jubilaciones lo agraven todavía más.

Hay 200 plazas convocadas para todo el Estado, lo que da idea de que los funcionarios llegan con cuentagotas (dos en 2019 y, desde entonces, ninguno). Es por eso que casi la mitad de los puestos en los entes locales de Lleida los ocupan interinos, un 47,8%, trece puntos por encima de la media catalana. Así, hay solo 71 funcionarios y en los próximos cinco años se jubilarán la mitad.

La interinidad se traduce en inestabilidad. Las oposiciones que se están haciendo ahora en Madrid no parece que vayan a mejorar la situación, porque hay muy pocas plazas. Además, en las comarcas de Lleida existe un problema añadido y es que, por el tamaño de los ayuntamientos (215 de los 231 municipios tienen menos de 5.000 habitantes), los profesionales adscritos al Servei d’Atenció Tècnica (SAT) que ofrecen los consells comarcals tienen mucho volumen de trabajo y muy disperso.

La Generalitat pide recuperar las competencias para convocar oposiciones y, de este modo, acercarse a los posibles candidatos con campañas de promoción de esta profesión. No hace tantos años la figura del secretario gozaba de mucho prestigio social. Habrá que recuperarlo, porque los necesitamos.Maná caído del cieloNo es maná, pero también llega caído del cielo.

Ayer regresaron los vuelos del turoperador Quality Travel al aeropuerto de Alguaire. Primer avión que aterrizaba con ochenta esquiadores procedentes de Gotemburg, en Suecia, desde que en 2020 la pandemia lo paralizara todo. Todos tenían Andorra como destino final de su viaje, pero la compañía sueca asegura que a partir de la semana que viene también ofrecerá paquetes a la estación aranesa de Baqueira Beret.

La previsión es que haya un vuelo cada domingo hasta el 20 de marzo.

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