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Post festum, pestum, que decían los romanos. En versión siglo XXI hablaríamos de síndrome postvacacional. Este año se ha agravado más si cabe.

La temida cuesta de enero que toca subir después de navidades se ha avanzado a septiembre. Y es que la inflación está subiendo cuatro veces más que los salarios en las comarcas de Lleida y a casi ninguna familia le cuadran los números. Los convenios suscritos este año en la provincia prevén incrementos salariales de un 2,58%, cuando la inflación de los últimos doce meses en España se ha disparado un 10,4%.

Pero hay que tener en cuenta que este es el dato adelantado para el conjunto del Estado y que las comarcas de Ponent y el Pirineo y Aran llevan registrando datos de inflación superiores al promedio. Por ejemplo, el IPC estatal se situó en un 10,8% en julio, mientras que en la demarcación se alcanzó el 12,4%. Y con este sombrío panorama económico mañana arranca el curso escolar.

Una vuelta al cole más temprana que nunca para 36.483 alumnos de educación Infantil y Primaria de Lleida. El miércoles será el turno de los de ESO, Bachillerato y Formación Profesional. Había de ser un curso marcado por el fin de las restricciones sanitarias después de casi tres años, pero de momento empieza con la Affac (Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Catalunya) alertando de que el gasto por alumno será alrededor de un 20% superior al del año pasado.

Belén Tascón, presidenta de la Affac, lamenta que la “inflación desbocada” se haya traducido en el incremento de las cuotas para material y el del precio máximo del comedor escolar, un 3,5% fijado por Educación. Ante esta situación, muchos expertos ya hablan abiertamente de crisis, aunque no tan grave como la de 2008. Los sindicatos han amenazado con un otoño caliente con movilizaciones si los empresarios no se avienen a mejorar salarios.

Les da la razón la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien afirma que los representantes de los empleados tienen razón, por lo que urge a la patronal a sentarse en la mesa de negociación y prepara la revalorización del Salario Mínimo Interprofesional. Habrá que hacer equilibrios, pero la situación actual de gasto en aumento e ingresos a la baja es insostenible. Rusia cierra el grifoUna de las claves para entender el contexto de crisis actual está en la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Ayer Moscú redobló su pulso a Europa y a las puertas del otoño cerró la llave del gas. Horas después de que el G7 anunciara que limitará el precio que la coalición pagará por el combustible del Kremlin, el consorcio gasístico Gazprom justificó la suspensión del combustible alegando una avería. Un chantaje en toda regla.

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