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Hoy en día es más probable curarse de un cáncer que morirse. Este es uno de los puntos en los que hace hincapié el doctor Carlos López-Otín, catedrático de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Oviedo, que ayer fue uno de los principales protagonistas en el CaixaForum Lleida del Tour del Cáncer, una iniciativa de la Asociación Española Contra el Cáncer que recorre toda España para visibilizar esta enfermedad, informar de los avances que hay para luchar contra ella y difundir todos los servicios que ofrece la entidad, cuya presidenta de honor es la reina Letizia, que asistió a este acto. Hace solo unas décadas, la palabra cáncer se asociaba casi automáticamente a la muerte.

Sin embargo, como destaca López-Otín, los grandes progresos efectuados en la investigación han cambiado radicalmente el panorama, porque ahora son más los tumores que se curan que los que acaban siendo mortales. Por eso es necesario acabar con los estigmas que aún genera esta enfermedad. El pasado junio se hicieron públicos los resultados del primer barómetro sobre el cáncer y el trabajo en Catalunya, que ponía de manifiesto que un 16% de los diagnosticados de esta dolencia no la notifican a su entorno laboral, y que un 47% de los trabajadores consideran que en su empresa hay poco o ningún apoyo a los compañeros que la sufren.

Son datos que demuestran que queda mucho por hacer para lograr que el cáncer no tenga connotaciones negativas a nivel social. Hay que ser conscientes de que es una patología grave cuya tasa de mortalidad es más alta que la mayoría de las demás, pero esto no debe ser ninguna excusa para que los afectados tengan que esconder que la padecen. En este sentido, hay que tener en cuenta que la Sociedad Española de Oncología Médica ha indicado en diversas ocasiones durante los últimos años que una de cada dos personas que nacen ahora tendrá cáncer a lo largo de su vida.

El pasado año, en Lleida se diagnosticaron más de 2.600 nuevos casos; en Catalunya, más de 32.000, y en España, más de 300.000. Puede parecer que son cifras muy elevadas, ahora bien, no hay que perder de vista que en buena parte están relacionadas con el aumento de la esperanza de vida, porque precisamente la edad avanzada es el principal factor de riesgo para sufrir un tumor. Según el Instituto Nacional del Cáncer, hasta los 20 años hay menos de 25 casos por cada 100.000 personas; entre los 45 y 49 años son unos 350; mientras que a partir de los 60 años aumentan a más de 1.000.

También hay otros factores, como el estilo de vida, por lo que los expertos remarcan que cuidar de la salud es la mejor forma de prevención que podemos llevar a cabo. Y, a nivel general, hay que exigir a las administraciones y a las grandes empresas del sector sanitario y farmacéutico que impulsen la investigación contra una enfermedad que cada vez afectará a más personas.

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