Marcha por la unidad de España con 65.000 personas en Barcelona

Unas 65.000 personas, según cifras del ayuntamiento de Barcelona, participaron ayer en la manifestación desde el paseo de Gràcia de Barcelona hasta la plaza Catalunya convocada por Sociedad Civil Catalana y otras entidades para conmemorar el 12-O y en favor de la unidad de España. La marcha se inició en la Pedrera y congregó a varios dirigentes de Sociedad Civil Catalana como su presidente, Mariano Gomà, el aristócrata y exmarido de la infanta Elena, Álvaro de Marichalar, y varios dirigentes del Partido Popular de Catalunya y Ciudadanos como la líder de la oposición en el Parlament, Inés Arrimadas y el jefe de los populares en Barcelona, Alberto Fernández. Encabezaba la marcha una pancarta con el lema “Catalunya sí, España también”.

Antes de comenzar la manifestación, Inés Arrimadas declaró que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, “tiene 5 días para rectificar y poner las urnas de verdad”, en referencia a la proclamación de independencia de Catalunya que declaró y suspendió el mismo martes en el Parlament. Por su parte, el dirigente popular Alberto Fernández criticó a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por ser “puente y orilla a la vez en la cuestión catalana” y pidió al “independentismo sensato” que no haga caso y reniegue de las consignas de la CUP. La vicepresidenta de Societat Civil Catalana, Myriam Tey, acusó a Puigdemont de haber dejado a Catalunya “sin autonomía gracias al discurso del martes” y reclamó al president que querían “volver al diálogo dentro de la legalidad”. Durante toda la marcha se cantaron consignas contras los dirigentes de la Generalitat y los Mossos d’Esquadra. Con cánticos como “Puigdemont a prisión”, “Trapero, traidor”, en referencia al major de los Mossos y “Catalunya es España” los manifestantes tomaron una de las principales arterias de Barcelona para aprovechar el día de la fiesta nacional española para decir “no” a la independencia. Una de las consignas más repetidas fue “no somos fachas, somos españoles” y hubo gritos contra los medios catalanes, especialmente TV3, Catalunya Ràdio y algunos periodistas como Mònica Terribas. Cánticos y consignas aparte, la marcha transcurrió en un ambiente festivo y sin incidentes violentos.