Un año de Govern entre rejas

Hoy se cumple un año de la entrada de prisión del vicepresident cesado, Oriol Junqueras, y del conseller destituido de Interior, Joaquim Forn. Ambos ingresaron en la prisión madrileña de Estremera por orden de la entonces jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. La ahora recién ascendida a magistrada del Tribunal Supremo también envió a la cárcel a Jordi Turull, Josep Rull, Meritxell Borràs, Raül Romeva, Carles Mundó, Dolors Bassa, Joaquim Forn y Santi Vila, todos consellers del Govern de Carles Puigdemont que, junto a Clara Ponsatí, Toni Comín, Lluís Puig y la leridana Meritxell Serret, se había establecido a Bruselas a fin de internacionalizar el procés. A excepción de Vila, que salió de la prisión a las pocas horas, el resto de miembros del Executiu de JxSí continuaron entre rejas hasta el 4 de diciembre, a las puertas de las elecciones del 21D. Fue entonces cuando el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que había asumido la causa, decidió que Junqueras y Forn debían permanecer en Estremera, mientras que el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, y el exlíder de la ANC Jordi Sànchez se quedaban en el centro penitenciario de Soto del Real, donde permanecían encerrados desde el 16 de octubre.

Con el triunfo de los partidos independentistas en los comicios de diciembre, y aduciendo el “riesgo de fuga” y de “reiteración delictiva”, Llarena se opuso reiteradamente a soltar al número 2 de Puigdemont en su Executiu y al que había sido cabeza política de los Mossos d’Esquadra. La ocasión en la que Forn estuvo más cerca de obtener la libertad provisional fue en marzo, cuando la Fiscalía planteó a Llarena que le impusiera fianza de 100.000 euros para soltarle debido a que había dado positivo en las pruebas de la tuberculina. No obstante, el magistrado se opuso, adhiriéndose a la posición de Vox, acusación popular en el procedimiento contra la cúpula independentista, que se posicionó en contra de la posibilidad de que Forn fuera liberado.

El Ministerio Público pidió a Llarena dejar libre a Forn en marzo, después de dar positivo en tuberculina

En paralelo, el Tribunal Constitucional había frustado la investidura de Puigdemont en el Parlament, y el Supremo la de Jordi Sànchez, lo que condujo a que JxCat propusiera a Jordi Turull como candidato. Tras perder la primera votación de investidura, el 22 de marzo, al día siguiente tuvo que comparecer ante Llarena, que ordenó su reingreso en prisión, frustrando la segunda sesión de investidura. Junto al candidato a president, fueron encerrados de nuevo Josep Rull, Raül Romeva, Dolors Bassa y la expresidenta de la Cámara catalana Carme Forcadell, quien únicamente había estado en prisión unas horas en el mes de noviembre. Marta Rovira, secretaria general de ERC, citada ese mismo día en Madrid, no se presentó y emprendió el camino del exilio para establecerse en Suiza.

Después de la investidura de Quim Torra como president y la llegada al poder de Pedro Sánchez a La Moncloa, el Ejecutivo socialista cambió la política penitenciaria seguida por el Gobierno popular de Mariano Rajoy y acercó a los líderes encarcelados a Catalunya. Los hombres, a Lledoners. Las mujeres, a Puig de les Basses y a Mas d’Enric.

Ahora, a pocos meses ya del inicio del juicio en el Supremo, los independentistas tienen la mirada fija en Europa, a la espera de que sea el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el que resuelva finalmente el caso.