El jefe de la Policía Nacional el 1-O critica que los Mossos priorizaran la 'seguridad ciudadana'

Los testimonios del comisario jubilado Sebastián Trapote, jefe de la Policía Nacional en Catalunya durante el 1-O, y su homólogo por aquel entonces en la Guardia Civil, Ángel Gozalo, ocuparon prácticamente toda la sesión matinal de ayer en el juicio contra los líderes independentistas en el Tribunal Supremo, después de que el exdirector general de Unipost Pau Raventós se negara a testificar por estar imputado en la causa del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona.Durante su comparecencia en el alto tribunal, Trapote explicó que los Mossos d’Esquadra diseñaron un dispositivo para la jornada de votación encaminado a “salvaguardar la seguridad colectiva”. Sin embargo, sostuvo que el operativo desplegado por los Mossos fue “insuficiente” para frenar el referéndum. Pese a ello, no se pronunció sobre si había sido pensado para el “cumplimiento” o la “obstrucción” de la orden judicial de evitarlo. Así las cosas, admitió que la Policía Nacional tenía preparado un “plan b” que tuvo que poner en marcha ante la “pasividad” de los agentes catalanes. En relación con la intervención en los colegios, aseguró que “era imposible mediar con los ciudadanos porque nos agredían”. A este respecto, habló de grupos organizados “de alta agresividad” ante los que se empleó la “fuerza mínima”, y acusó a la Generalitat y a las entidades soberanistas de enviar a ciudadanos a “bloquear” los centros de votación para impedir la actuación policial. En relación con los agentes heridos durante el 1-O, tanto Trapote como Gozalo señalaron que fueron 120, mientras que Soraya Sáenz de Santamaría y Juan Ignacio Zoido, ambos ex del Gobierno de Mariano Rajoy, habían declarado sólo 93. Al hilo de esto, Gozalo dijo que los votantes “les tenían ganas”, y que en Alcarràs varios efectivos resultaron contusionados, mientras que en Ponts les lanzaron piedras. Asimismo, admitió que, durante las cargas en Aiguaviva, los agentes lanzaron un aerosol de defensa personal a los votantes para “incomodarles”. Por otro lado, manifestó que tenían una “sombra de duda” sobre los Mossos desde mediados de septiembre y reveló que investigaban el procés desde 2014. También precisó que las “armas largas” que había en el interior de los coches de la Benemérita ante la conselleria de Economía el 20-S eran en realidad armas para lanzar pelotas de goma.