El Congreso gira a la izquierda, con un PSOE al alza, aunque necesitará llegar a pactos

El partido que gobierna tradicionalmente sale a la contienda electoral con un plus de ventaja precisamente porque su partida es la Moncloa. En este caso ese plus ha sido mucho más que un puñado de escaños. Los socialistas han pasado de 85 a 122 diputados en el Congreso, lo que sitúa a Pedro Sánchez como el líder destacado, aunque necesitará evidentemente de pactos si quiere una legislatura estable.

Quien no haya seguido la campaña podría pensar que la alianza más lógica, aritméticamente hablando, sería con Ciudadanos, porque con los naranjas supera de sobra los 176 escaños de la mayoría absoluta. Cs ha sacado ventaja de la debacle de los populares de Pablo Casado y han pasado de tener un grupo de 32 a contar con 57 diputados en el Congreso. Así, socialistas y Cs suman 179 representantes, pero el líder del partido que hasta ahora se venía autodenominando de centro, Albert Rivera, ya había dejado claro hace semanas que descartaba cualquier alianza con Sánchez. De hecho, muchos analistas consideraron un grave error del dirigente catalán anunciar esta especie de cordón sanitario frente al PSOE, un anuncio que le ha podido restar votos.

Al líder de Podemos, Pablo Iglesias, le pilló el anuncio de las elecciones de baja paternal y las primeras encuestas daban un horizonte pobre para la formación morada. La noche electoral confirma el desgaste, pero mucho más controlado. Podemos se ha dejado diez representantes en el camino y se queda con 35, mientras que sus socios de En Comú Podem también pasan de 12 a 7. Estos 42 escaños, sumados a los 122 de los socialistas deja el bloque de izquierda estatal a doce de la mayoría absoluta.

De esta forma, la tercera pata que podría apuntalar a Pedro Sánchez en la Moncloa es Esquerra Republicana, que ha logrado un gran resultado y tendrá un grupo en el Congreso de 15 personas, seis más que el equipo que tenía hasta ahora. Oriol Junqueras, desde la cárcel y con los ideales independentistas por delante, se ha mostrado a lo largo de la campaña abierto al diálogo, sin líneas rojas pero también sin cheques en blanco.

La alianza en apoyo al socialista se puede reforzar con otras formaciones que apoyaron la moción de censura, como los siete de JxCAT o los 6 del PNV.

Lo que queda claro es que la “operación Casado” de los populares ha sido un fiasco si tenemos en cuenta que ha perdido más de la mitad de escaños, al pasar de 137 a 65. Buena parte de este hundimiento ha sido el beneficio de la extrema derecha de Vox, con casi dos millones y medio de votos y nada menos que 24 escaños.

El tripartito que gobierna Andalucía no logra ni un escaño en Euskadi El tripartito que gobierna la Junta de Andalucía (PP,Cs y Vox) no ha conseguido ni un escaño en el País Vasco. La política de estos tres partidos de confrontación abierta, de alusiones constantes a un pasado terrorista que los vascos quieren dejar atrás y más desde la disolución de ETA no les ha dado réditos en Euskadi, y a la vista de los resultados en el conjunto del Estado tampoco, ni siquiera con las imágenes de enfrentamiento y escrache en Alsasua.