Romper un buen modelo

El gobierno de Rajoy parece dispuesto a utilizar el artículo 155, que en la literalidad de su texto le faculta para intervenir en casos de incumplimiento de la Constitución, como un instrumento para recortar la autonomía y sus competencias y lo que es peor, para aplicar su política pese al rotundo rechazo que generó entre los electores el pasado 21 de diciembre. El último caso es el anuncio de que cambiarán las normas de matriculación para el próximo curso de forma que los padres en la preinscripción puedan señalar en una casilla si quieren el castellano como lengua vehicular. Simple y llanamente es crear un problema donde no ha existido, acabar con un modelo de inmersión lingüística que ha sido ejemplar, que ha generado amplísimos consensos sociales y políticos, que ha favorecido la cohesión social y que, contrariamente a lo que dicen desde Madrid y como demuestran las pruebas, ha potenciado el conocimiento del catalán y también del castellano. En el lamentable caso de que prosperara esta iniciativa del PP, tendríamos segregación en las aulas entre alumnos según la lengua vehicular, algo que sí contribuiría a aumentar la supuesta brecha social, con la consiguiente ruptura de la cohesión que hasta ahora generaba la escuela y también de todos los consensos con que se han aprobado las leyes de educación en Catalunya. Por si no fuera suficiente argumento, las competencias sobre educación están transferidas y corresponde al Parlament y al gobierno de Catalunya gobernar y decidir sobre el tema, no a un gobierno que no ha sido votado y que no puede utilizar el 155 para deshacer lo ya conseguido. El recorte de Bruselas Aunque la comisaria de Desarrollo Regional suavizó la amenaza, lo cierto es que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha planteado que será necesario recortar los presupuestos de la Política Agraria Comunitaria y los de cohesión para los próximos presupuestos de 2021 a 2027. El recorte perjudicaría a sectores como el cereal o el vacuno, que en buena parte pueden cuadrar sus cuentas gracias a las primas y habrá que reclamar que se defiendan sus intereses.