Las exportaciones recuperan el pulso

Después de un año nefasto en todos los ámbitos, los datos de exportación del primer trimestre, y especialmente de marzo, representan un punto de inflexión tras un año de estancamiento consecuencia de la paralización en que nos ha sumido la pandemia. En este trimestre las empresas leridanas aumentaron sus ventas al exterior en un 10 por ciento, según los datos del ministerio de Industria y Comercio, hasta alcanzar los 481,5 millones de euros, pero el dato más significativo es que solo en marzo las exportaciones leridanas crecieron un 36 por ciento con respecto al año pasado, cuando empezó el confinamiento, una cifra importante que confirma el inicio de la recuperación económica.

Como es tradicional, fue el sector de la alimentación el que mejor se ha recuperado hasta representar el 57 por ciento del total de las exportaciones, con un incremento de casi el 12 por ciento, seguido de los bienes de equipo, que suponen casi el diez por ciento del total y muestran más estabilidad con un ligero incremento del 1 por ciento. El dato corrobora la tendencia de la economía leridana, y también la española, que basa su crecimiento en el buen comportamiento de las exportaciones y el turismo, que ha sido el sector más damnificado por la pandemia.

Hay que confiar que este verano también marque una recuperación el sector turístico con la generalización del certificado de vacunación que facilite la movilidad de los ciudadanos y, de momento, ya se atisban signos de optimismo con las cifras sanitarias y la vacunación masiva que puede facilitar la inmunidad. .

El primer indicador que muestra la recuperación ha sido el de las exportaciones, y en esta línea se centró la jornada telemática organizada ayer por el BBVA y el grupo SEGRE para incentivar la internacionalización de los negocios y las exportaciones, bajo el principio irrefutable de que las empresas que aprenden a exportar son las que sobreviven mejor en ambientes hostiles como la crisis financiera de 2008 o la sanitaria, de la que aún no hemos salido. El reto es conseguir que las pequeñas y medianas empresas, que son la base de nuestro tejido industrial, consigan abrir mercados en el exterior y que consoliden una marca y una imagen de prestigio y calidad.

Tenemos la ventaja de que hay una producción agraria y ganadera de calidad pero que no siempre ha conseguido abrir los canales necesarios para difundir sus excelencias y consolidar la marca. Hay que apostar por la conquista de estos mercados exteriores, porque se conozca la calidad de nuestra producción y por facilitar las vías de exportación y también es una buena iniciativa que se pongan en marcha plataformas logísticas y puertos secos en nuestra área de influencia para facilitar el transporte, que en el futuro ha de ser por vía ferroviaria, y acercar nuestros productos a las áreas de consumo masivo.

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