SEGRE

EDITORIAL

Los 596 días que han cambiado el mundo

Creado:

Actualizado:

No han pasado ni veinte meses desde que se detectó el primer caso de coronavirus en las comarcas de Lleida. Menos de dos años en los que el mundo entero cambió. ¿Para siempre? Los expertos creen que no.

El virus no ha desaparecido, pero tendremos que aprender a convivir con él. Solo las mascarillas nos recuerdan ahora que el confinamiento, el estado de alarma, el toque de queda y las restricciones de todo tipo forman parte de nuestro pasado más reciente. Pero aunque los indicadores mejoren, la factura de la pandemia ha salido muy cara.

Con 870 fallecidos solo en las comarcas de Lleida y una crisis económica derivada del parón forzoso, el horizonte muestra aún muchas incógnitas por resolver. Hoy analizamos en las páginas de nuestro diario las lecciones que nos ha dejado el coronavirus, los sectores más afectados y las repercusiones económicas, sociales y emocionales que estos casi 600 días han comportado. Lo primero que tanto a nivel individual como colectivo debemos valorar es la gran importancia del sistema sanitario.

Médicos, enfermeras, auxiliares, cuidadores y todo el personal que ha estado en primera línea merecen que las administraciones doten de más recursos todo aquello que tiene que ver con nuestra salud. El grito de alarma que esta semana ha hecho público la Primaria no debe caer en saco roto. Si estas doctoras y doctores están al borde del colapso, los ciudadanos seremos los principales perjudicados y las enfermedades crónicas, la prevención de otras decenas de dolencias bastante tiempo han perdido con la pandemia como para volverlos a subordinar.

En cuanto a los hospitales, deben reactivar al cien por cien todas las intervenciones que se han visto obligadas a ponerse a la cola por el virus. Otro elemento fundamental de nuestra cotidianidad que este infierno que hemos vivido ha destapado es lo vital que es la salud mental, descuidada o relegada hasta ahora a casos extremos. Y por lo que hace referencia a la economía, tampoco sería conveniente dejar en el baúl de los recuerdos el teletrabajo, un instrumento que ha ayudado a mantener activas a muchas empresas y que ha contribuido a mejorar la movilidad, reducir la contaminación y posibilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, olvidada desde la crisis económica del 2008.

Hay sectores a los que la crisis sanitaria ha pasado una factura difícil de recuperar, pero también otros han aprovechado la difícil coyuntura para reinventarse o innovar, lo que siempre añade un valor añadido a cualquier actividad económica. El sector primario, base de la economía leridana, ha vuelto a demostrar que es uno de los más sólidos en cualquier desaceleración y de este potencial han de surgir iniciativas que puedan completar industrialmente el tejido agroalimentario de Ponent. Cultura, ocio y deportes han sufrido también un serio revés, pero la recuperación será también muy rápida vistas las ganas de socializarse de los ciudadanos.

tracking