SEGRE

Creado:

Actualizado:

La Organización Mundial de la Salud publicó un informe científico en el que mostraba las consecuencias que ha tenido la Covid-19 en la salud mental. En él se destacaba, entre otros puntos, que durante los primeros años de la pandemia hubo un aumento significativo de problemas de depresión y ansiedad. Los factores que influían eran la soledad, el miedo al contagio o a la muerte, el duelo por haber perdido un ser querido y las preocupaciones económicas derivadas del parón laboral. En el caso concreto de los sanitarios el agotamiento físico y mental fue también un especial factor de riesgo que llevó a muchos facultativos y enfermeras a replantearse su futuro. La pandemia afectó especialmente a los jóvenes, los cuales tuvieron un mayor riesgo de suicidios, autolesiones y aislamiento. También las mujeres y las personas con problemas de salud física, tales como el asma, el cáncer, o los trastornos cardiacos, tuvieron una mayor probabilidad de desarrollar patologías de salud mental. Las alteraciones psicológicas asociadas a la Covid-19 siguen notándose a los cinco años de la adopción de las primeras medidas para contener la propagación del virus. Los trastornos del sueño (insomnio o pesadillas) o alteraciones en el estado de ánimo, disminución o pérdida temporal de la memoria son algunas de las más comunes y que, en algunos casos, están relacionados con las secuelas psicológicas de la Covid-19 persistente. A estos problemas emocionales también se suman otros trastornos como la aparición de estrés postraumático. A medida que la pandemia fue avanzando, se puso un importante foco no solo en el estudio de los efectos físicos de sus distintas variantes, sino también en sus implicaciones psicológicas. En este sentido, tanto la detección temprana de sus síntomas físicos como los psíquicos fueron fundamentales para lograr la recuperación del paciente. Identificar las dificultades emocionales y psicológicas es el primer paso para afrontar las secuelas derivadas de la pandemia, tales como los sentimientos de angustia y estrés. En este aspecto, no solo es importante buscar tratamiento adecuado a los trastornos psicológicos más evidentes, sino que es crucial promover el cuidado de la salud a través de psicoterapia y de estrategias que proporcionen las herramientas necesarias para manejar la incertidumbre y el estrés. Cinco años después los expertos creen que poco a poco se ha ido restableciendo la normalidad mental y que una gran mayoría de la población ha superado las heridas de la Covid, aunque algunas de las costumbres de excesiva dependencia del mundo digital y falta de comunicación social se hayan instaurado ya para siempre en muchos estratos de nuestra sociedad, sobre todo entre los más jóvenes, lo que puede tener consecuencias graves a más largo plazo, pero será necesario más tiempo para extraer conclusiones. De momento, etapa superada.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking