Acompañar a las personas que están solas
Hace unos días fue noticia que en un piso de València apareció el cuerpo momificado de un hombre que vivía solo y que había muerto hacía 15 años. Nadie le echó en falta hasta que una filtración de agua procedente de su vivienda llevó a un vecino a avisar a la compañía de seguros. Al no poder entrar los operarios, acabaron actuando los bomberos, que se encontraron con el cadáver en una habitación. Durante todo este tiempo, su cuenta bancaria siguió ingresando la pensión de jubilación y pagando los gastos mensuales de comunidad y servicios básicos. Es un caso muy extremo de los efectos que puede tener vivir solo y de la creciente falta de empatía en nuestra sociedad, que hace que no nos preocupemos si dejamos de ver a algún vecino o conocido con el que no tenemos un contacto muy habitual. Ahora, en Cervera se ha registrado un suceso que entra dentro de estos parámetros. Un hombre de 81 años que vivía en una cabaña ubicada a medio camino entre la capital de la Segarra y Granyena desapareció el pasado julio. Originario de Monzón, el único que se preocupaba de él era un amigo de Tàrrega, que le visitaba semanalmente. Cuando no le encontró, alertó a los Mossos d’Esquadra, que junto a los Bomberos organizaron un dispositivo de búsqueda por la zona. No lo hallaron y así quedó la cosa hasta que este domingo por la mañana un motorista localizó un cuerpo en avanzado estado de descomposición cerca de la iglesia de Sant Pere el Gros, y todo apunta a que se trata de este hombre. Hechos como estos ponen de manifiesto que tenemos mucho por mejorar como sociedad. En las comarcas de Lleida hay más de 15.000 personas que viven solas, un buen número de ellas sin desearlo, y las que tienen la calle como hogar se cuentan por centenares, porque solo en la capital, la entidad Arrels-Sant Ignasi atendió el pasado año a 230 que estaban en esta situación. Las instituciones –y también los ciudadanos en la medida de sus posibilidades– deben ocuparse de facilitarles un acompañamiento que les ayude en su día a día y que evite situaciones tan dramáticas como las que hemos reseñado.
Buen plan de los Mossos
El plan piloto que han puesto en marcha los Mossos d’Esquadra para facilitar que los afectados por un delito puedan denunciarlo “in situ” sin tener que acudir a la comisaría es una buena medida, que esperemos que se consolide y amplíe. El cuerpo dispone de tres equipos con ordenador portátil conectado a la comisaría e impresora en las Áreas Básicas Policiales de la Noguera, Urgell-Segarra y Pla d’Urgell-Les Garrigues, y otros dos en el Pirineo. En un territorio con una población tan dispersa como es el de Lleida, se trata de una herramienta muy útil.