La alegría dura un poquito más en casa del pobre
Decididamente el Lleida CF está viviendo su particular “temporada horribilis” en el ejercicio 2024-2025. La euforia, exagerada o no –por toda la mochila que aún debe soportar el equipo, que esa sí es pesada–, generada tras el triunfo de hace tan solo siete dias en Premià de Dalt ante, no lo olvidemos, un ya descendido Badalona Futur, se prolongó, aunque fuese a medias, una semana más con el décimoseptimo empate del equipo en las 31 jornadas disputadas.
Pero bueno, al menos esta vez el equipo demostró carácter y mejoró la imagen ante un Valencia Mestalla, filial ché, que está luchando por meter la cabeza en el play off de ascenso. Y además, que eso sí es destacable, equilibrando, por dos veces, un resultado adverso de 0-1 y 1-2. La lectura positiva es que alarga la racha de imbatibilidad con una victoria y un empate. De todas maneras, el caso es que se trata del enésimo empate del equipo ahora dirigido por Iñigo Idiaquez que, por cierto acabó expulsado, y que deja las cosas más o menos como estaban. El play out, que ahora mismo está en manos del Olot, queda a cuatro puntos y el play off, eso sí queda más lejos, a cinco, cuando tan solo restan nueve por disputar.
Lo curioso del caso es, incluso más que esos 17 empates –que van camino de entrar en algún libro de récords–, que más allá de que este equipo no gana en el Camp d’Esports desde un lejano 22 de diciembre (3-0 al Andratx), cuatro de las cinco derrotas, la verdad es que son muy pocas, se han producido en casa, ante Sabadell, Alzira, Europa y Terrassa. Más lecturas positivas. La permanencia ya es virtual (el Alzira confirmó ayer su descenso) y quedará ratificada el domingo (12.00) en Torrent, que ocupa la ultima plaza de la promoción de ascenso, sin Domingo, Quadri, Iker y el técnico Idiakez. Va a ser la hora de su asistente en el banquillo, Jordi Cortés.