Un amor tan real como prohibido

JÓVENES ALTEZAS

La primera temporada de Jóvenes altezas nos presentó al joven príncipe Wilhelm (Edvin Ryding), segundo en la línea de sucesión de la corona sueca, ingresando en un internado de lo más elitista –y por el que ha pasado toda su familia–, tras verse envuelto en un altercado en una discoteca –con su consecuente revuelo mediático–. Una vez internado, nuestro protagonista se enamoraría de su compañero Simon (Omar Rudberg), de origen mucho más humilde que el futuro monarca, resultándole cada vez más complicado tratar de ocultar su recién descubierta homosexualidad. Hasta aquí podríamos pensar que nos encontramos, una vez más, con otra de esas series juveniles del patrón de Gossip Girl (2007) o Élite (2018), que se limitan a mostrar una frívola visión de la adolescencia centrada en el escándalo constante, el sexo, las fiestas desmedidas y, en definitiva, la adrenalina y el descontrol generalizado.

Nada más lejos de la realidad. La historia de Jóvenes altezas va más en la línea del realismo de series como Skins (2007), Sex Education (2019), o la más similar y reciente Heartstopper (2022), y relata cómo dos adolescentes del mismo sexo y de diferente escala social deben afrontar a escondidas el drama que comporta su amor prohibido –dado el anacronismo de la realeza con el matrimonio homosexual–. Desde una perspectiva sencilla, sin sobreactuaciones, delicada y humana. Y la escenografía, más acorde al clasicismo pertinente de los internados de élite –que recuerda, en cierto modo, a El Club de los Poetas Muertos (1989)– que no al minimalismo.

Es tal el realismo inmersivo que impregna la serie que, incluso el aspecto físico del resto del elenco, así como la representación de sus emociones y de su forma de relacionarse entre ellos se alejan de los superficiales estereotipos normativos fijados de forma recurrente por otras series juveniles. Incluso gran parte de la crítica llegó a mostrar su agradecimiento ante el hecho de que los actores aparentaran la edad de los personajes que interpretaban. No en vano, la primera temporada, que consta de seis capítulos, fue todo un éxito de 2021 y gozó de una excelente recepción por parte de la audiencia, sobre todo de la perteneciente a la Generación Z. En cuanto a la segunda temporada, que también está compuesta por seis capítulos y se estrenó el pasado 1 de noviembre, ya está superando todas las expectativas de crítica y público.