Sexismo en el ámbito laboral
El 86% del personal que trabaja en geriátricos son mujeres, pero solo el 41% son directoras generales. El acoso laboral y sexual son los principales perjuicios de la salud de las temporeras
Taller de bienestar emocional en la Fecoll- El Àrea de la Dona de la Fecoll organizó ayer una actividad de bienestar emocional en el marco de la conmemoración del 8-M. La psicóloga Alba Cabasés, de la Associació Contra el Càncer de Lleida, habló sobre cómo lidiar con los altibajos emocionales y proporcionó herramientas para encontrar el equilibrio emocional. - FECOLL
Las mujeres representan el 86,5% del equipo de trabajadores en las residencias de gente mayor en Catalunya. Sin embargo, este porcentaje desciende al 79% cuando se trata de cargos directivos y cae hasta menos de la mitad, al 41%, en el caso de las directoras generales. Estas son las principales conclusiones del barómetro sobre liderazgo femenino en el sector de los mayores con dependencia que presentó ayer la principal patronal, ACRA (Associació Catalana de Recursos Assistencials), en su primera jornada dedicada a la materia. Durante el acto, tuvo lugar una mesa redonda con la participación de cinco mujeres que tienen o han tenido a lo largo de su carrera profesional un cargo relevante en el sector. Entre las ponentes, destaca la leridana Carol Mitjana, fundadora y CEO del proyecto Gran3dad y directora del Centre Geriàtric Lleida, y la presidenta de ACRA, Cinta Pascual. En su intervención, Pascual apuntó que todavía hay mujeres que se ponen límites a la hora de acceder a cargos de responsabilidad en los geriátricos y que “tenemos que ser más proactivas”.
Por otro lado, el acoso laboral y sexual, así como la falta de recursos y redes de apoyo perpetúan la exclusión de las mujeres temporeras y son las principales causas del detrimento de su salud, según un estudio liderado por la Universitat de Lleida y el Institut de Recerca Biomèdica (IRB) Lleida, y publicado en la revista Women’s Studies Internacional Forum. Se trata de una investigación elaborada en Lleida, Huelva, Almería y Murcia. Entre otros aspectos, indica que hay trabajos feminizados (como el embalaje, clasificación y envasado de la fruta) que no requieren de fuerza física y que, según algunos testimonios, se llevan a cabo en jornadas maratonianas de hasta 16 horas. Además, supervisores de almacenes o gestores de las explotaciones “se aprovechan de su situación de temporeras para exigirles sexo a cambio de un trabajo o un contrato laboral”, según refleja el estudio. Todo esto compromete la salud de las trabajadoras y se traduce en consecuencias físicas y mentales como dolores, estrés y ansiedad.
