RELIGIÓN
Fieles a la procesión dels Dolors
Centenares de personas llenan las calles de Bellpuig para dar inicio a la Semana Santa. Presidida por los seis pasos, el último de los cuales es el de la Virgen, destaca por su silencio y solemnidad

Los Capellanets hicieron las delicias de los visitantes. - LAIA PEDRÓS
Bellpuig abrió ayer los actos de la Semana Santa en Lleida con la magna procesión penitencial dels Dolors. Con más de 300 años de historia, es una de las celebraciones más íntimas y tradicionales del Urgell que destaca por su silencio y solemnidad. Las calles del centro de Bellpuig, que se llenaron de fieles y visitantes a pesar de la lluvia que hizo acto de presencia, volvieron a lucir con su máximo esplendor ambientadas con la luz cálida de las velas que reseguían el itinerario.
La procesión, que empezó en la iglesia de Sant Nicolau, estuvo presidida, como es tradición, por los seis pasos engalanados con las mejores flores (la Oración, el Nazareno, el Encuentro, el Calvario, la Piedad y el de la Virgen dels Dolors) acompañados de los Armats de Bellpuig y como colla invitada los de la Sang de Tarragona; los Capellanets; las Blanquetes; los Improperis; los penitentes, la mayoría descalzos y caminando de espalda, y los priores, honor que este año recayó en Josep García y Nati Bosch, en representación de los vecinos nacidos el año 1960, acompañados por Francesc Andorrà y Lluís Sanjuan (discretos) y Antonieta Campanera y Maria Rosa Marín (discretas). No faltó la música solemne de la Banda Unió Musical de Tarragona y la Banda Municipal de Bellpuig.
En esta ocasión, la procesión hizo el recorrido corto por las calles de la parte baja de la localidad: la Creu, Sant Josep, Homenatge a la Vellesa, plaza Sant Roc, plaza Ramon Bertran, Ramón y Cajal, la Font, Major, Homenatge a la Vellesa, Sant Josep y Verge dels Dolors.
La presidenta de la Congregació dels Dolors, Beneta Santiveri, destacó que este acto religioso “se vive con mucha devoción, ilusión y sentimiento en Bellpuig”.
La procesión, que fue retransmitida por Lleida TV, estuvo presidida por el obispo de Solsona, Francesc Conesa, y asistieron el diputado Òscar Martínez y el alcalde de la localidad, Jordi Estiarte.
La devoción por la fiesta se mantiene viva entre los vecinos
La devoción mariana tiene sus orígenes en Bellpuig a finales del siglo XI, pero no fue hasta mediados del XVIII que tuvo lugar la primera procesión para honrar a la Verge dels Dolors. En la actualidad la procesión goza de buena salud, de hecho en el montaje de ayer participaron unos 300 vecinos y la Congregació dels Dolors tiene garantizados priores y discretos para los próximos siete u ocho años, hecho que demuestra la devoción por la fiesta en esta población del Urgell. Si bien la procesión fue el acto más multitudinario y esperado, la fiesta dels Dolors se alargó durante todo el día de ayer. A mediodía se celebró la misa solemne que estuvo presidida por el obispo de Solsona y por la tarde tuvo lugar el rosario de los Set Dolors.