Meteocat advierte de que la lluvia todavía no ha compensado la sequía en Cataluña
Las precipitaciones de esta primavera apenas compensan el déficit acumulado y las temperaturas extremas convierten la región mediterránea en “zona cero” del cambio climático

El embalse de Rialb en plena sequía, en el 2022.
Un estudio del Meteocat concluye que la sequía que se sufrió en Catalunya de 2021 a 2024, y que se enmarca en la que afecta a todo el Mediterráneo occidental, fue “la más grave” desde que hay registros y que las lluvias registradas durante esta primavera no compensan el déficit de precipitación de ese periodo.
Meteocat alertó del proceso de aridificación que se está dando en el clima mediterráneo durante los últimos decenios, algo que en Lleida se manifiesta en la expansión de esa meteorología desde su ancestral reducto del Segrià y Les Garrigues a áreas de la Noguera, el Pla d’Urgell, l’Urgell y la Segarra. Ese contexto de cuenca marítima hace que los efectos tengan una escala más amplia y apunten a que habrá “más sequías y más intensas en toda la región mediterránea” de manera paulatina.
El estudio apunta que las subcuencas hidrológicas del norte y el este de Catalunya, como son Muga, Fluvià y Ter, son las que tienen “más tendencia” a un incremento de la sequía. Las elevadas anomalías de temperatura de los años 2022, 2023 y 2024, de 2,7º, 2,4º y 2,2º de anomalía anual, respectivamente, posicionan a Catalunya como “zona cero” de la crisis climática a nivel mundial. Barcelona tuvo una anomalía de 2,5º que supera a las de Nueva Delhi, Tokio y Atenas, mientras que Roma y Marsella están un poco por encima de la capital catalana.