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Adiós a ratas y ratones: el truco casero que muchos utilizan para alejar a los roedores de su casa

Un aroma intenso, pero inofensivo, puede mantener tu casa libre de plagas de manera natural

Hojas de laurel.

Hojas de laurel.Unsplash

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Las hojas de laurel contienen eucaliptol, una sustancia aromática que actúa como repelente natural para muchos roedores. Este compuesto, presente tanto en hojas frescas como secas, altera el sentido de orientación de ratas y ratones, convirtiéndose en una solución ecológica y no tóxica para mantener estos animales alejados de nuestros hogares, jardines y garajes. A diferencia de los venenos tradicionales, este método no representa ningún peligro para personas ni mascotas.

El uso de las hojas de laurel como repelente se basa en su fuerte aroma que resulta desagradable para los roedores, interfiriendo con su capacidad para orientarse y encontrar alimento. Este remedio casero ha ganado popularidad entre quienes buscan alternativas naturales a los productos químicos, especialmente en entornos donde hay niños o animales domésticos. Los expertos recomiendan colocar las hojas en rincones oscuros, detrás de muebles o a lo largo de las rutas habituales de estos animales.

Para que este método sea efectivo, es necesario renovar las hojas cada dos o tres semanas, asegurando que mantienen su intensidad aromática. Aunque no ofrece una solución definitiva al problema, combinado con otras medidas preventivas puede crear un sistema eficaz de control de plagas sin recurrir a sustancias tóxicas que podrían contaminar el medio ambiente o representar un riesgo para otros seres vivos.

Cómo aplicar correctamente el truco de las hojas de laurel

La aplicación de este remedio natural requiere seguir algunas pautas para maximizar su efectividad. En primer lugar, se deben distribuir hojas de laurel frescas o secas en zonas estratégicas de la casa o jardín, prestando especial atención a esquinas oscuras, zonas traseras de armarios y electrodomésticos, así como a lo largo de los caminos que suelen frecuentar estos animales.

Es importante tener en cuenta que el aroma va perdiendo intensidad con el tiempo, por lo que se recomienda sustituir las hojas cada 14 o 21 días aproximadamente. Esta renovación periódica es fundamental para mantener el efecto repelente y evitar que los roedores se acostumbren al olor. Además, a diferencia de los raticidas convencionales, las hojas de laurel no requieren manipulación especial ni suponen riesgos de envenenamiento accidental.

Los expertos en control de plagas señalan que este método resulta particularmente útil como primera línea de defensa en casos de infestaciones leves o como medida preventiva. Sin embargo, advierten que para problemas graves de roedores puede ser necesario combinar esta técnica con otras soluciones o recurrir a servicios profesionales de control de plagas.

Otros repelentes naturales con efecto aromático

Además de las hojas de laurel, existen otras sustancias naturales con propiedades repelentes basadas en su fuerte aroma. El vinagre, la trementina, el aceite de clavo y el aceite de menta se encuentran entre las alternativas más utilizadas. Estos productos pueden aplicarse impregnando paños o algodones que luego se colocan cerca de los agujeros o caminos frecuentados por los roedores.

Sin embargo, es importante utilizar estos remedios con precaución, dosificando adecuadamente para evitar olores excesivamente intensos en el hogar y manteniéndolos fuera del alcance de niños pequeños. Los expertos recomiendan alternar diferentes sustancias aromáticas para evitar que los roedores desarrollen tolerancia a un olor específico.

Un aspecto a considerar es que estos métodos suelen ofrecer resultados temporales y pueden perder efectividad con el tiempo, ya que los animales pueden habituarse a los olores. Por ello, se aconseja combinar estas técnicas con otras medidas preventivas como mantener los alimentos bien almacenados, sellar posibles entradas y eliminar fuentes de agua.

El papel de los depredadores naturales en el control de roedores

Una estrategia complementaria para el control de ratas y ratones es favorecer la presencia de sus depredadores naturales. Animales como gatos, lechuzas o martas ejercen un efecto disuasorio y pueden evitar que los roedores establezcan colonias permanentes en nuestros espacios. Esta aproximación ecológica al control de plagas se integra perfectamente con el uso de repelentes naturales como las hojas de laurel.

Quienes practican la jardinería natural o conviven con mascotas como gatos están, sin saberlo, implementando un sistema de protección frente a posibles invasiones de roedores. Los estudios demuestran que incluso el mero olor de un depredador puede ser suficiente para mantener alejados a estos animales de determinadas zonas.

Los expertos en biodiversidad urbana recomiendan crear entornos que favorezcan la presencia de estos aliados naturales, por ejemplo, instalando cajas nido para aves rapaces nocturnas en jardines o fincas, o manteniendo zonas de vegetación que puedan servir de refugio a pequeños mamíferos depredadores como comadrejas o erizos.

¿Por qué las hojas de laurel repelen a los roedores?

Las hojas de laurel provienen del árbol Laurus nobilis, una especie originaria de la región mediterránea que ha sido valorada desde la antigüedad tanto por sus propiedades culinarias como medicinales. El componente clave que hace efectivas estas hojas como repelente es el eucaliptol, también conocido como 1,8-cineol, un monoterpeno cíclico que constituye aproximadamente el 45% de su aceite esencial.

Este compuesto afecta al sistema olfativo de los roedores, que dependen en gran medida de su sentido del olfato para orientarse, encontrar alimento y detectar peligros. El eucaliptol interfiere con estas capacidades sensoriales creando confusión y malestar en ratas y ratones, lo que les induce a evitar las áreas donde perciben este aroma.

Estudios científicos realizados en 2023 y 2024 han confirmado la eficacia de los aceites esenciales de laurel como repelentes naturales, aunque también señalan que su efectividad varía según la concentración y la especie de roedor. Las investigaciones continúan para determinar las formulaciones óptimas y los métodos de aplicación más eficientes.

¿Por qué aparecen agujeros en el jardín y qué animales los causan?

La aparición de agujeros en el jardín puede ser indicativa de la presencia de diversos animales excavadores, no solo roedores. Identificar correctamente al responsable es fundamental para aplicar las medidas de control adecuadas. Mientras que las ratas suelen crear túneles de entrada de 5 a 7 centímetros de diámetro, otros animales como topos, topillos o erizos también pueden causar perforaciones en el suelo.

Los topos, por ejemplo, crean montículos característicos de tierra suelta sobre sus túneles, mientras que los topillos generan redes de galerías más superficiales que pueden dañar las raíces de plantas y césped. Los erizos, por su parte, suelen excavar pequeñas depresiones en busca de insectos y lombrices, pero estos son beneficiosos para el jardín y no deberían ser ahuyentados.

Para determinar qué animal está causando los agujeros, los expertos recomiendan observar otros indicios como huellas, excrementos o patrones de actividad. Una vez identificado el responsable, se pueden aplicar las medidas disuasorias más adecuadas, que podrían incluir repelentes específicos, modificaciones en el hábitat o, en casos extremos, métodos de exclusión física.

Estrategias integrales para un control de roedores sostenible

Los especialistas en control de plagas coinciden en que el enfoque más efectivo para mantener alejados a los roedores combina diferentes métodos y aborda las causas subyacentes del problema. Esto incluye eliminar fuentes de alimento mediante el almacenamiento adecuado de comida y residuos, sellar posibles puntos de entrada al hogar, y mantener jardines y exteriores ordenados para reducir los refugios potenciales.

El uso de repelentes naturales como las hojas de laurel forma parte de esta estrategia integral, aportando una capa adicional de protección sin los riesgos asociados a los venenos. Estos métodos sostenibles están ganando popularidad no solo entre particulares sino también en el ámbito de la gestión de espacios públicos, donde la preocupación por el impacto ambiental y la seguridad es cada vez mayor.

Los datos recogidos por organismos de salud pública en 2024 indican un aumento del 23% en la búsqueda de alternativas naturales para el control de plagas respecto a 2023, reflejando una creciente conciencia sobre los riesgos de los productos químicos convencionales y un mayor interés por soluciones respetuosas con el medio ambiente y la salud.

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