La Vall de Boí, más allá del románico: una ruta familiar para descubrir la naturaleza del valle
Un itinerario fácil y apto para todos los públicos que descubre la biodiversidad del río Noguera de Tor

Una pasarela en el Salencar de Barruera.
La Vall de Boí, mundialmente reconocida por su conjunto de iglesias románicas declaradas Patrimonio Mundial, esconde otra joya menos conocida pero igualmente fascinante: el Salencar de Barruera. Esta ruta de 3,2 kilómetros de recorrido total (ida y vuelta) se presenta como un complemento perfecto para quienes buscan descubrir la otra cara del valle, más allá de su patrimonio arquitectónico. Un paseo accesible que permite adentrarse en un ecosistema único donde el río Noguera de Tor es el auténtico protagonista.
El itinerario, que apenas requiere una hora y diez minutos para completarse, parte desde la iglesia de Sant Feliu de Barruera, bajando por la calle de la Església hasta el río. Desde allí, un camino bien definido conduce a los visitantes a través de un paisaje dominado por sauces, con bifurcaciones que permiten explorar tanto una pequeña península como un mirador de fauna situado sobre el pantano de Cardet. Esta propuesta natural complementa perfectamente la oferta turística de un valle que tradicionalmente ha captado la atención por sus cumbres y su arte románico.
Un recorrido apto para todos los públicos
La ruta del Salencar de Barruera destaca por su accesibilidad y escasa dificultad técnica. Con un trazado prácticamente llano durante todo su recorrido, se convierte en una opción ideal para familias con niños o para aquellos visitantes que buscan una actividad relajada en contacto con la naturaleza. El tiempo total efectivo estimado sin paradas es de apenas una hora y diez minutos, dividido en tres tramos: diez minutos desde Sant Feliu hasta el puente colgante, cincuenta minutos para recorrer el Salencar y otros diez minutos para regresar a la iglesia.
Una de las particularidades más interesantes del recorrido es el puente colgante que atraviesa el río Noguera de Tor, ofreciendo una perspectiva única del entorno fluvial y permitiendo el acceso al corazón del Salencar. A partir de este punto, el sendero se adentra en un hábitat dominado por sauces que da nombre al espacio natural ("salencar" en catalán hace referencia precisamente a este tipo de vegetación riparia).
Un ecosistema modelado entre naturaleza y acción humana
Lo que hace especialmente interesante al Salencar de Barruera es que representa un claro ejemplo de adaptación natural a intervenciones tanto geológicas como antrópicas. Durante el recorrido, los visitantes pueden observar cómo el ecosistema se ha adaptado a las modificaciones del cauce fluvial, algunas provocadas por fenómenos naturales y otras por la acción humana. Esta dualidad entre lo natural y lo modificado constituye una valiosa lección ecológica al alcance de cualquier caminante.
Los expertos recomiendan llevar prismáticos y una guía ilustrada de la fauna y flora local para sacar el máximo provecho de la visita. Desde el mirador situado sobre el pequeño pantano de Cardet, es posible observar diversas especies de aves acuáticas y otros animales que han encontrado en este humedal su hábitat ideal. La vegetación, dominada por sauces pero con una rica diversidad de especies riparias, completa un entorno natural de gran valor ecológico.
La Vall de Boí: mucho más que románico
Aunque la Vall de Boí es internacionalmente conocido por su conjunto de iglesias románicas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y por el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, la comarca ofrece múltiples atractivos naturales menos conocidos pero igualmente valiosos. El Salencar de Barruera representa uno de estos tesoros ocultos que permiten al visitante completar su experiencia en el valle con una perspectiva diferente.
La versatilidad de esta ruta la convierte en apta para realizarse en cualquier época del año. Incluso durante el invierno, cuando la nieve cubre el paisaje, el recorrido puede completarse utilizando raquetas, ofreciendo una visión completamente diferente del entorno. Esta adaptabilidad estacional supone un valor añadido para la oferta turística de la zona, tradicionalmente vinculada a temporadas específicas.
¿Qué otros senderos naturales se pueden explorar en la Vall de Boí?
Además del Salencar de Barruera, la Vall de Boí cuenta con una extensa red de senderos que permiten explorar su rica biodiversidad. Entre los más destacados se encuentran las rutas que recorren el Parc Nacional d'Aigüestortes, con sus característicos lagos de origen glaciar. También merecen mención las sendas que ascienden hacia los circos glaciares de Colomèrs o las que permiten rodear el Estany de Sant Maurici.
Para quienes busquen rutas familiares similares a la del Salencar, existen opciones como el camino del Planell d'Aigüestortes, un recorrido adaptado que permite adentrarse en el corazón del Parc Nacional sin grandes dificultades técnicas. La diversidad de propuestas hace de la Vall de Boí un destino completo para los amantes de la naturaleza, independientemente de su condición física o experiencia montañera.