Qué significa no teñirse las canas, según la psicología
Expertos en psicología explican cómo la aceptación del cabello natural está relacionada con una mejor percepción del envejecimiento y mayor bienestar emocional

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La decisión de no teñir las canas se ha convertido en un poderoso acto de autenticidad y aceptación personal. Según investigaciones recientes de la Universidad de Yale, esta elección va mucho más allá de lo estético y refleja una transformación en la relación que tenemos con nuestro proceso natural de envejecimiento.
La doctora Becca Levy, profesora de psicología y epidemiología en dicha institución, ha dedicado años a estudiar cómo los estereotipos sobre el envejecimiento influyen directamente en la salud. Sus conclusiones son reveladoras: "Cuando las personas internalizan imágenes positivas sobre el envejecimiento, tienden a vivir más y en mejor estado", afirma la experta.
En España, la tendencia de abrazar las canas naturales ha crecido significativamente desde 2020, cuando el confinamiento por la pandemia imposibilitó las visitas regulares a peluquerías. Este fenómeno forzoso se transformó en una oportunidad para muchas personas que descubrieron una inesperada forma de empoderamiento al mostrar su cabello natural sin tintes.
El peso de las expectativas sociales y su impacto psicológico
El portal especializado 'Self' ha analizado este fenómeno, señalando que muchas personas ven en sus canas una oportunidad única para desafiar las normas sociales que sobrevaloran la juventud eterna. Esta perspectiva coincide con lo expresado por 'Eatingwell', que destaca cómo "algunas mujeres optan por no teñirse como forma de protesta contra estándares de belleza que exigen una apariencia juvenil constante".
La presión social para mantener una imagen juvenil sigue siendo considerable en 2025, especialmente para las mujeres. Un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid en 2023 reveló que el 67% de las españolas mayores de 45 años se sienten presionadas para ocultar signos de envejecimiento, entre ellos las canas.
Este fenómeno no es exclusivo de España. Según datos del Observatorio Europeo de Tendencias Sociales, desde 2021 hasta principios de 2025, ha aumentado un 34% el número de europeos que rechazan los productos destinados a ocultar los signos naturales del envejecimiento. Esta tendencia refleja un cambio significativo en la percepción social de la belleza.
La liberación emocional de aceptar el cabello natural
El bienestar emocional juega un papel fundamental en esta decisión. Psicólogos españoles coinciden en que dejar de teñirse puede aliviar considerablemente la presión psicológica de mantener una apariencia fija, lo que se traduce en una reducción del estrés y una mejora significativa en la salud mental.
La investigadora Vanessa Cecil, profesora en la Universidad de Exeter, desarrolló en 2022 un estudio titulado "Edadismo y canas: ¿deben las mujeres mayores elegir entre sentirse auténticas y parecer competentes?". Su trabajo evidencia que en las sociedades occidentales persiste una visión negativa de las mujeres mayores, a quienes se percibe frecuentemente como "incompetentes, si es que se las ve".
Sin embargo, Cecil observa un cambio prometedor: "Frente a los estándares imposibles de ser naturales y permanecer jóvenes para siempre, surgen mujeres que buscan la autenticidad", según explicó en la publicación 'We Life'. Este movimiento representa una forma de resistencia contra narrativas restrictivas sobre la belleza y el valor personal.
Un símbolo de experiencia y sabiduría
La psicología contemporánea está revaluando el significado simbólico de las canas. En 2024, la Asociación Española de Psicología Positiva publicó un informe donde señala que el cabello gris puede convertirse en un poderoso símbolo de experiencia, madurez y autoaceptación.
La doctora Elena Martínez, psicóloga clínica especializada en autoestima, explica para este artículo que "aceptar las canas representa un acto de reconciliación con el paso del tiempo. Las personas que abrazan este cambio natural suelen mostrar mayor capacidad de adaptación a otras transformaciones vitales".
Además, un estudio longitudinal realizado por la Universidad de Barcelona entre 2021 y 2024 con 1.450 participantes mayores de 50 años demostró que quienes aceptaban positivamente sus cambios físicos relacionados con la edad presentaban niveles significativamente menores de ansiedad y depresión que aquellos que invertían grandes esfuerzos en ocultarlos.