El calor y la sequía adelantan varias semanas la cosecha de cereales

La extrema sequía y las altas temperaturas de las últimas semanas han hundido la producción de cereal con unos rendimientos por hectárea que en muchas fincas de secano apenas alcanzan la mitad de lo que podría considerarse normal. Además, el calor y la falta de agua han obligado a acelerar las labores de cosecha para intentar no incrementar los daños en los cultivos, en especial teniendo en cuenta que las previsiones meteorológicas apuntan a que en los próximos días la provincia registrará temperaturas más propias de pleno verano que de los inicios del mes de junio. Ayer en la zona de Torrefeta i Florejacs, en la comarca de la Segarra, Miquel Bosch explicaba que de momento las parcelas están dando unos 1.400 kilos por hectárea, menos de la mitad de lo que sería una cosecha normal.

La sequía afecta la práctica totalidad del llano de Lleida, desde el Segrià hasta Plans de Sió, Tàrrega, Puigverd d’Agramunt y Agramunt. En la zona de la alta y la baja Segarra, que han registrado precipitaciones algo superiores, se calcula que la cosecha puede ser mejor. Esta semana se han visto ya diversas máquinas cosechadoras en la zona de Gra, Sant Martí de la Morana, Florejacs y Tàrrega, por poner algunos ejemplos.

Miquel Bosch explica que la falta de lluvia y las altas temperaturas han provocado que las espigas hayan granado pronto y mal. De hecho, muchos payeses temen que recogerán de sus campos más paja que cereal. Las últimas previsiones oficiales de la Generalitat datan del mes de abril, semanas antes de los estragos causados por las temperaturas con extremo calor en mayo y que ahora se repiten estos días.

Aún así, preveían que Lleida apenas cosecharía 250.000 toneladas de trigo, cien mil menos que un año antes, a pesar del incremento de superficie cultivada. Esta campaña hay 56.261 hectáreas, frente a las 55.781 de la pasada. En el caso de la cebada, las previsiones apuntaban a una caída desde las 522.454 toneladas del pasado año a las 410.650 de este.

En este caso, la superficie cultivada se ha reducido de 94.800 hectáreas a 92.800. La Generalitat dio ayer por iniciada la campaña de la siega para reducir el número de incendios agrícolas y forestales relacionados con los trabajos en el campo y minimizar sus daños. El operativo de vigilancia está formado por el Cuerpo de Agentes Rurales (departamento de Interior), el Grupo Especial de Prevención de Incendios Forestales (GEPIF) del departamento de Acción Climática y representantes de Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF).

Afecta a varias comarcas y estará activo hasta el 31 de julio en las leridanas de Les Garrigues, Segrià, Noguera, Segarra, Urgell y Pla d’Urgell. En el caso de activación del nivel 3 del Plan Alfa, entre las 14 y las 17 horas, será necesario comunicar a la Sala Central del Cuerpo de Agentes Rurales el inicio y la finalización de las tareas agrícolas con cosechadora o embaladora. En cuanto a las picadoras de paja ensambladas a un tractor, en caso de activación del nivel 2 del Plan Alfa, no se podrán utilizar entre las 12 y las 18 horas.

En caso de activación del nivel 3 del Plan Alfa, no se podrán utilizar en ninguna franja horaria. El Servicio de Prevención de Incendios Forestales del departamento de Acción Climática elabora a diario el mapa de ignición en cereal de secano por causa de trabajos derivados de la cosecha.