SEGRE

Se incorporan nuevos herederos a la montaña de Tor y se calman antiguos conflictos

Tor, en el municipio de Alins, en el Pallars Sobirà.

Tor, en el municipio de Alins, en el Pallars Sobirà.SEGRE

Creado:

Actualizado:

En:

Nuevos herederos se han incorporado en los últimos años a la comunidad de propietarios de la montaña de Tor. Su llegada ha contribuido a calmar viejos conflictos que habían vuelto a los tribunales, en forma de denuncias que ahora han quedado aparcadas, según miembros de la entidad. Conflictos por la propiedad de Tor desencadenaron tres asesinatos en este pequeño pueblo de 13 casas. El último protagonista de aquella tragedia murió en el 2019. Era Jordi Riba Segalàs, el Palanca, y defendía mantener los usos tradicionales de la montaña.

Hacerlo suponía conservar el aislamiento que hizo un lugar de paso frecuente de contrabandistas por la proximidad con la frontera andorrana. Su postura chocó con la de Josep Montané Baró, de casa Sansa y partidario de aprovechar el vecindario con Andorra para extender a Tor las pistas de esquí del Principado. Para eso firmó un contrato con un empresario andorrano, Rubén Castañer.

Las fricciones llegaron al límite en julio de 1980, cuando empleados de Castañer mataron a tiros a dos trabajadores del Palanca. Fueron condenados a 8 años. En 1995, una sentencia declaró Montané único dueño de la montaña y, en julio de aquel año, apareció muerto con señales de estrangulamiento y un golpe en la cabeza. El crimen quedó sin resolver. Tiempo después, otra sentencia judicial establecería de nuevo la propiedad compartida de la montaña.

tracking