MEDIO AMBIENTE
Los osos vuelven a recorrer el Pirineo tras la hibernación
Indicios y avistamientos en el Pallars Sobirà y en la vertiente francesa de la cordillera. Su población roza ya el centenar

Una huella de oso en la nieve en el Pallars Sobirà.
Los osos vuelven a recorrer el Pirineo tras dejar atrás el invierno y el periodo de hibernación. En la vertiente francesa de la cordillera, el ministerio de Ecología galo ha verificado avistamientos de ejemplares e indicios como huellas y pelos en al menos tres municipios en lo que va de mes. Tres de ellos corresponden a los municipios de Melles, Boutx y Saint-Lary, cerca de la frontera leridana. En el Pallars Sobirà, vecinos de la comarca han publicado en las últimas semanas en redes sociales huellas de plantígrados en la nieve.
Los primeros ejemplares en dejar atrás la hibernación son en su mayoría machos en busca de alimento. A partir del mes de junio y a lo largo del verano, las nuevas crías saldrán de las oseras con sus madres.
La población de osos a finales del año pasado rozaba el centenar de ejemplares en el conjunto del Pirineo. Eran al menos 96, tras el nacimiento de un mínimo de trece oseznos que se sumaron a los 86 individuos ya identificados en la cordillera. El censo de estos animales se revisa cada año, y se reduce al declarar fallecidos aquellos de los cuales no se ha tenido noticia en un periodo de al menos dos años.
Por su parte, La Generalitat prepara de nuevo agrupaciones de rebaños para el próximo verano en el Pallars Sobirà, en los municipios de Alins, Alt Àneu y Lladorre. La empresa pública Forestal Catalana ha sacado a concurso por primera vez este servicio que hasta ahora contrataba de forma directa, y dos ofertantes optan a adjudicarse el contrato. Por su parte, el Conselh Generau lleva a cabo sus propias agrupaciones de rebaños en la Val d’Aran.
El crecimiento sostenido de la población de osos preocupa a los ganaderos de montaña, que en los últimos años han retomado las movilizaciones para reclamar a la Generalitat que ponga coto a la expansión de esta especie. El aumento de su censo ha ido acompañado de una creciente presencia de ejemplares de lobo en zonas donde llevaba décadas extinto, como en la Val d’Aran, la Alta Ribagorça y, más recientemente, el Pallars Jussà.