La saturación de granjas ya tumba proyectos
Varios organismos del Gobierno de Aragón vetan la construcción de cuadras y la apertura de mataderos en municipios del Baix Cinca y la Llitera por la alta densidad agropecuaria

Imagen de archivo de una granja de engorde de cerdos.
La elevada actividad agropecuaria y la alta densidad de explotaciones ganaderas en comarcas como el Baix Cinca y la Llitera está haciendo que varios organismos del Gobierno de Aragón comiencen a tumbar proyectos de esos sectores al no resultar asumible el impacto que iban a tener en el medio ambiente.
Así, en apenas unas semanas el Inaga (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental) y la Comisión Técnica de Calificación de Huesca han emitido resoluciones e informes desfavorables a la puesta en marcha de un matadero de aves en Albalate de Cinca por haberse diseñado a 250 metros de una granja de cerdos cuando la distancia mínima debe ser de dos kilómetros o, también, la instalación de una cuadra con capacidad para 2.000 cerdos en Tamarit por hallarse en una zona saturada de nitrógeno y tener a más de 25 km el centro que iba a gestionar esos rediduos.
Lo mismo ha ocurrido con el proyecto de abrir una granja de 490 terneros en Belver de Cinca, mientras que la ubicación de una cuadra de 3.100 gallinas ecológicas en Albalate, la instalación de otra de 2.000 cabezas de porcino en Fraga o la ampliación de una de bovino hasta los 675 animales en Peñalba queda sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos relacionados con la gestión del estiércol como disponer de balsas de lixiviados.
Por otro lado, el Inaga está tramitando la ampliación de la fábrica de Copinsa en Altorricó y ha dado el visto bueno a la ampliación de las instalaciones de fabricación de alimentos para ganado de Agropienso en Esplús y en Tamarit de Llitera.
Hasta la fecha, el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental no se ha pronunciado sobre ninguno de los numerosos proyectos de plantas de biogás.