BALANCE
El calor funde en siete días la mitad de las reservas de nieve del Pirineo leridano
La temporada de aludes deja 16 accidentes con 5 heridos y 2 fallecidos. Pese a la caída de los termómetros, el deshielo se mantendrá en los próximos días

Descenso de temperaturas y nuevas nevadas a partir de 1.400 metros- El descenso de temperaturas esta semana, sumado a precipitaciones en buena parte del territorio, ha dejado estampas invernales en varias cimas como el Montsent del Pallars (en la imagen). Ayer también nevó tímidamente en algunos puntos del Alt Urgell y de la Val d’Aran y podría seguir haciéndolo hoy. - EDGAR ALDANA
Las reservas de nieve del Pirineo leridano se han reducido a prácticamente la mitad en una semana y la previsión apunta a otro descenso del 50% en los próximos siete días, según la Confederación Hidrográfica del Ebro. La nieve acumulada en la cabecera del Segre es la que más se ha fundido, pasando las reservas de 101,6 hectómetros cúbicos a 19,7, una mengua de 81,9 hm³. También las reservas en el Noguera Pallaresa, que se encontraban sobre los 96,9 hm³ se han reducido sensiblemente hasta los 54,7. En cuanto a la zona del río Garona ha pasado de los 58,9 a los 35,9, mientras que en el Noguera Ribagorçana las reservas solo han disminuido un 17%, hasta los 73,6 hm³.
Por otra parte, durante esta temporada invernal se han registrado un total de 16 accidentes por aludes de nieve que han afectado a una veintena de personas, según datos recopilados por la Associació Coneixement Neu i Allaus (Acna), el Centre de Lauegi y el ICGC. De estas víctimas, cinco resultaron heridas y dos fallecieron. El mes de marzo fue especialmente activo tanto meteorológicamente como en la sucesión de aludes. En abril, a pesar de las temperaturas más cálidas, episodios de intensas nevadas reactivaron el riesgo en alta montaña. Los accidentes con víctimas mortales ocurrieron el 9 de marzo en la cima del Montlude, donde un esquiador provocó un alud que enterró a un compañero, y el 30 de marzo en el Tuc de Lluçà, donde tres esquiadores fueron arrastrados; uno de ellos falleció tras el rescate. La mayoría de los incidentes se concentraron en la Val d’Aran, entre febrero y marzo. En el conjunto del Pirineo, incluyendo Francia, se contabilizan cinco muertes por avalanchas. Montse Bacardit, técnica del Centre de Lauegi, explicó que la alta actividad de aludes en marzo se debió a días continuos de nevadas y cambios bruscos de temperatura. A pesar de menores acumulaciones de nieve esta temporada, el peligro persiste debido a la meteorología cambiante que altera la estabilidad del manto nival día a día.