El sistema de embalses de Mequinenza y Riba-roja libera 1.500 metros cúbicos por segundo
La CHE amplía ligeramente la crecida controlada del tramo final del Ebro y rastreará los sedimentos hasta el Delta

La abundancia de reservas de agua de este año ha permitido a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ampliar ligeramente el caudal y el tiempo de la crecida controlada de primavera del tramo final del Ebro. El sistema de embalses de Mequinensa-Riba-roja -Flix maniobra desde las siete de la madrugada para liberar hasta 1.500 metros cúbicos por segundo –100 más respecto de la crecida de noviembre pasado– hasta las seis y media de la tarde –pasando de cinco a más de diez horas–. La operación moviliza equipos de administraciones, universidades y empresas para estudiar el efecto que la crecida puede tener aguas abajo. El organismo de cuenca ha precisado que este miércoles analizará su efecto sobre el río y los canales de riego del Delta.