“Hallan brutalmente asesinado en Tor al único propietario de la montaña”: una crónica de 30 años
El propietario de la disputada montaña fue hallado estrangulado con un cable eléctrico y con el rostro desfigurado, un crimen que alimentó el mito del conflicto territorial

"Hallan brutalmente asesinado en su casa de Tor al único propietario de la montaña": así explicamos hace 30 años el asesinato de Sansa
"La tragedia se ha cebado de nuevo en el pueblo de Tor. Josep Montané Baró, el dueño de la disputada y polémica montaña de Tor, fue hallado ayer muerto en su casa del pueblo, estrangulado con un cable eléctrico, el rostro desfigurado y abundantes signos de violencia". Así empezaba la crónica que SEGRE publicaba el 31 de julio de 1995 tras el asesinato a sangre fría de Josep Montané, conocido como Sansa, y que dio lugar al inicio de todo tipo de especulaciones, y poco más tarde y gracias en parte al 30 Minuts de Carles Porta, al mito de la montaña de Tor y al lío sobre el uso y propiedad de la montaña que lleva el nombre del pueblo.

Comarques
Crim de Tor, així va començar tot: els orígens del conflicte entre Sansa i el Palanca
EDUARDO BAYONA
Según relataba la crónica firmada por la periodista Marta Camps, la Guardia Civil halló el cuerpo de Montané, de 70 años, en avanzado estado de descomposición tras más de 15 días desde su muerte. El cadáver presentaba evidentes signos de violencia, tenía los pies atados y un cable eléctrico enrollado al cuello. La pequeña cocina de la vivienda estaba completamente revuelta, probablemente como resultado de una violenta pelea. Los vecinos de la zona declararon en aquel momento que el crimen podría estar relacionado con un "ajuste de cuentas" por los "extraños negocios" que mantenía Montané, especialmente vinculados a la compraventa de terrenos.
Un pueblo marcado por los conflictos territoriales
Tor, situado en el límite entre el Pallars Sobirà y Andorra, escondía ya entonces una turbulenta historia de disputas personales y enredos judiciales por la propiedad de una montaña de 4.800 hectáreas de bosque. Desde hacía más de dos décadas, los vecinos de dos familias que antiguamente habitaban Tor y que en 1896 constituyeron una sociedad de veinte iguales para la explotación de los montes, se enfrentaban entre ellos por conseguir la titularidad de las tierras.
El enfrentamiento, que se intensificó en los años 70, estaba entonces personificado en los intereses especulativos de un empresario andorrano, Rubén Castañé, que promovía una estación de esquí y urbanizaciones. Las diferencias entre los socios de este proyecto, entre los que se encontraba Montané, y los defensores de los títulos "adquiridos en base al acuerdo de Palanca", ya habían derivado el 3 de julio de 1980 en un doble asesinato.

SEGRE del 31 de juliol del 1995
Un crimen previsible según los testigos
Según explicaron algunos vecinos de Alins a la periodista, el asesinato de Montané "se podía prever perfectamente" dadas las extrañas compañías con las que se rodeaba y las frecuentes discusiones que mantenía con los vecinos, especialmente con un grupo de "hippies" que tenían masías alrededor de la montaña. El propio Montané había reconocido, en febrero de aquel 1995, su temor de que todos "quieren quitarme las tierras y echarme de Tor".
Las investigaciones policiales y judiciales se centraron en las personas con quienes la víctima mantenía antiguas rivalidades por la propiedad de la montaña, un caso que generó gran expectación mediática y que, tres décadas después, continúa formando parte del imaginario colectivo español como uno de los crímenes rurales más enigmáticos de nuestra historia reciente.