Lleida tiene ya más de 8.200 piscinas tras el ‘boom’ de los últimos años
La mayoría son privadas y en algunos municipios hay una por cada 8 o 9 habitantes

El término municipal de Camarasa cuenta con 84 piscinas, una por cada 9 habitantes. - GERARD HOYAS
Los municipios de la demarcación de Lleida cuentan con 8.270 piscinas, la gran mayoría privadas, según los datos del Catastro. Su número ha aumentado tras la pandemia y por la mayor demanda por las olas de calor a causa del cambio climático. Puigverd de Lleida tiene una por cada 8 vecinos y Els Alamús y Camarasa cuentan con una por cada nueve.
En la demarcación de Lleida hay más de 8.200 piscinas entre las privadas y las públicas y este número ha experimentado un aumento sustancial en los últimos lustros. Hace 30 años las piscinas particulares eran pocas, pero con el paso del tiempo la nueva tendencia de construir casas unifamiliares con piscina “obligó” al mercado a definir este nuevo modelo, que se trasladó también a un volumen cada vez mayor de bloques de pisos y casas adosadas que incorporan una piscina comunitaria. A día de hoy, disponer de esta instalación es un gran atractivo, ya que sirve como refugio para el calor, ante las temperaturas extremas que cada vez son más habituales a causa del cambio climático.
La gran mayoría de las piscinas son de titularidad privada. No obstante, la distribución territorial de estas instalaciones está lejos de ser equitativa, de acuerdo con los datos de la Dirección General del Catastro. Hay municipios donde tener una piscina forma parte del paisaje y hay una por cada menos de 10 habitantes. Este es el caso de Puigverd de Lleida, que tiene una por cada 8 vecinos, mientras que Camarasa y Els Alamús tienen una por cada 9. Entre las localidades de más de 5.000 habitantes, Alpicat es la que tiene más piscinas, con una cada 12 vecinos, mientras que, según los datos del Catastro, en Alcarràs solo hay una por cada 70. “Aunque hay de todo en Alpicat, zonas comunitarias con piscina y otras sin ella, la mayoría de los nuevos proyectos urbanísticos si pueden las incluyen”, explica el alcalde del municipio, Joan Gilart. Y aunque Alpicat tiene muchas piscinas privadas, “en 2024 la piscina municipal tuvo 20.000 usuarios y actualmente recibe a casi 300 personas al día”, afirma Gilart. Mientras algunos municipios tienen esta doble oferta, otros sufren la falta de alternativas públicas, como es el caso de Massalcoreig. Este verano no ha podido abrir su piscina municipal por graves daños estructurales, y los residentes deben desplazarse para poder refrescarse si no pueden acceder a una particular. Entre las capitales de comarca, entre las que cuentan con menos piscinas figuran Solsona, con una por cada 140 vecinos, y Mollerussa, con una por cada 111. En Balaguer la ratio es de una por cada 66 vecinos; en Cervera, de una por cada 62; en Les Borges Blanques hay una por cada 34 y en Tàrrega, una por cada 33. Mientras, Lleida ciudad que es la localidad que cuenta con más piscinas en números absolutos (1.606), lo que representa una por cada 41 habitantes.
Como es lógico, la mayoría de municipios del Pirineo tienen un número de instalaciones sensiblemente inferior a los del llano debido a que el clima es más suave y la temporada estival que permite el uso de las piscinas descubiertas es más corta, con la salvedad de los que se encuentran en la Conca de Tremp. Algunas de las localidades de montaña que tienen más son Lles de Cerdanya, con una por cada 28 habitantes, o Coll de Nargó, con una por cada treinta.
Profesionales del sector inmobiliario, administradores de fincas y empresas dedicadas a la construcción, destacan que el número de piscinas ha crecido a partir de la pandemia y este auge también se ha trasladado a muchas de las nuevas promociones de viviendas que ahora incluyen en su proyecto una de comunitaria.
La capital, referente en número de refugios climáticos en el Estado
Un reciente estudio de Greenpeace reveló que Lleida es una de las ciudades con un mayor ratio de refugios climáticos por habitante en España. Concretamente, La Paeria habilitó este año 60 refugios climáticos entre los que figuran centros cívicos, equipamientos culturales, “llars” de jubilados y otros espacios interiores, así como ramblas y espacios verdes que pueden consultarse en su página web. Los comercios de las comarcas de Lleida también reactivaron la campaña “Refugi climàtic” con unos 700 establecimientos adheridos que garantizan espacios frescos para la ciudadanía. La asociación Arrels sigue impulsando este verano la iniciativa de abrir su centro los fines de semana y festivos de 12.00 a 17.00 para las personas que no tienen dónde ir.