Finalizan las obras de la polémica arcada de la iglesia de Sant Josep de Bovera
Paradas hace un año y medio ante quejas de vecinos y la oposición municipal al considerar que se hacían sin garantías técnicas. El consistorio afirma que ha cumplido la normativa

Las obras en la arcada de la iglesia de Sant Josep y el resultado final tras la intervención del consistorio. - AJUNTAMENT DE BOVERA
El ayuntamiento de Bovera ha finalizado la restauración del arco románico de la iglesia de Sant Josep, un año y medio después de haberla paralizado. Desde entonces ha invertido más de 15.000 euros en elaborar un proyecto de restauración, contratar dos arquitectos que velaron porque las obras respetasen la normativa sobre patrimonio histórico y en la ejecución de los trabajos. Así lo explicó el alcalde, Òscar Acero (Junts).
El consistorio paralizó las obras en marzo de 2024 a raíz de protestas de un grupo de vecinos y de los concejales en la oposición, el grupo de Independents de Bovera (IxB-AM, marca blanca de ERC). Los contrarios consideraron que “ponía en peligro” este elemento arquitectónico del siglo XIII al descartar piedras originales para sustituirlas por otras encargadas a picapedreros de la comarca. También informaron a Cultura, que envió a un arquéologo y una arquitecta a examinar los trabajos. Tras hacerlo, pidieron al consistorio que los paralizara.
En un principio se alegó que el templo estaba catalogado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL). Sin embargo, Acero afirmó que la propia Generalitat ha desmentido recientemente que la iglesia tenga esta figura de protección, por lo que el edil asegura que la restauración no precisaba autorización previa del Govern. No obstante, para ejecutar los nuevos trabajos sí se ha contado con el benéplacito de Cultura. El alcalde remarcó que en la restauración han usado las piedras originales del arco.
Acero aseguró que, antes de abordar la actuación en marzo de 2024, el ayuntamiento ya se dirigió a la conselleria y al obispado de Lleida, propietario del templo. “Entonces no hubo objeciones y nos dijeron de palabra que las obras eran potestad municipal”, dijo el alcalde. Comenzaron de acuerdo a un proyecto redactado por el consell de Les Garrigues y subvencionado por la Diputación. Tanto entonces como ahora, Acero atribuyó la polémica a rencillas políticas. ERC criticó que la obra se había hecho “con desidia e ignorancia” sobre el verdadero valor histórico. Acero puntualizó que las obras tienen todas las garantías, “aunque no hubieran sido necesarias, han costado 15.000 € al pueblo y un importante retraso”.