Panaderías en busca de relevo en una comarca de Lleida: doce han cerrado en una década y los dueños de 6 se jubilan o las traspasan
El consell y la Associació Leader Ponent preparan un curso para formar panaderos

Andreu Montserrat, del Forn de Pa Macià de Sidamon - Joan Gómez
El consell comarcal del Pla d’Urgell y la Asociación Leader de Ponent han anunciado el inicio, este mes de septiembre, de un curso de ayudante de panadero con el objetivo de garantizar el relevo generacional y frenar el cierre progresivo de hornos de pan artesanos en la comarca. Según un estudio de la entidad comarcal, en los últimos años han bajado la persiana 12 hornos de pan, y actualmente solo quedan 18 activos (un tercio ubicado en la capital Mollerussa). De estos, dos propietarios están a punto de jubilarse y cuatro negocios se encuentran en opción de traspaso, lo que pone en riesgo que varios municipios se queden sin este servicio básico.
De esta manera, un tercio de los municipios del Pla d’Urgell ya no tienen horno propio, y algunos pueblos como Bell-lloc d’Urgell, que había llegado a tener cinco panaderías, llevan seis años sin ninguna.

La presentació del curs, ahir al consell comarcal. - J.GÓMEZ
“La panadería no es solo un lugar donde se vende pan”, remarcó el presidente del consell, Carles Palau. “Es un espacio social donde la gente del pueblo se encuentra, socializa y comparte las novedades del día. Si desaparecen, no solo perdemos un servicio de primera necesidad, sino también un punto de encuentro”, añadió.
El nuevo programa, que se desarrollará en el Aula de Formación Pa de Ronyó de Torregrossa, ofrecerá 80 horas de formación práctica en panadería y bollería artesana. Las sesiones se harán los sábados por la mañana y está previsto que comiencen a mediados de septiembre y se alarguen hasta finales de mayo o principios de junio. El curso, de carácter gratuito, dispone de diez plazas. Cinco son para personas mayores de 16 años empadronadas en el Pla que tengan un proyecto empresarial vinculado a la apertura de una panadería, mientras que las otras cinco se reservan a personas recién llegadas o en situación de vulnerabilidad que quieran reorientar su trayectoria laboral.
El Gremi de Forners de las Terres de Lleida también participa. El vicepresidente de la entidad, Raül Redondo, recalcó que la desaparición de hornos de pan supone una pérdida cultural y de calidad alimentaria: “Demasiados pueblos se han resignado a comprar lo que se llama pan pero no lo es. Debemos defender el pan artesano y natural, que no hace daño y que mantiene las técnicas tradicionales”, dijo. “Los alumnos saldrán muy bien formados, con prácticas reales y conociendo la problemática del día a día. Esto no solo dará aire a los panaderos actuales, sino que abrirá la puerta a nuevas iniciativas emprendedoras”, aseguraron desde el gremio.