La iglesia cumple 75 años
En el marco de la Festa Major de Sant Antolí, Hostalets, Pomar y Briançó se inauguró una exposición que ofrece un recorrido por los más de 25 años que duraron las obras. La implicación de los vecinos y su voluntariado fue imprescindible para construir el nuevo templo

Vecinos observando algunos de los paneles. - LAIA PEDRÓS

Vecinos observando algunos de los paneles. - LAIA PEDRÓS

El alcalde, Francesc Sabanés, anunció el apoyo del IEI para hacer posible la publicación de un libro con toda la información encontrada por las comisarias.

Maria Bergadà y Laura Puig son las comisarias de la exposición. - LAIA PEDRÓS

Bendición de la campana. - LAIA PEDRÓS

Documentos históricos. Sobre la inauguración del templo o los materiales y las horas invertidas por los vecinos en las obras.

La iglesia cumple 75 años

La iglesia cumple 75 años
La iglesia de Sant Antolí i Vilanova cumple 75 años y, para conmemorar esta efeméride, en el marco de la Festa Major se inauguró una exposición en la misma parroquia que muestra un recorrido cronológico por los más de 25 años que duraron las obras del nuevo templo a través de los tres sacerdotes que las lideraron: mosén Àngel, mosén Jaume y mosén Lluís. La actual iglesia se construyó para sustituir a la antigua, que quedó en ruinas tras la Guerra Civil. Las comisarias de la muestra, Maria Bergadà y Laura Puig, explican que es una exposición “muy visual, con fotos, planos, cuadros estadísticos, declaraciones…”. Con toda la información encontrada, tanto en documentos como recuerdos de vecinos, en un futuro les gustaría publicar un libro.
La actual iglesia de Sant Antolí i Vilanova, en el municipio de Ribera d’Ondara, se proyectó el 1939 con mosén Àngel. Este se encontró la iglesia en estado ruinoso y, con el apoyo estatal y de los vecinos, se acordó construir un nuevo templo que fue encargado a Lluís Bonet Garí, discípulo de Gaudí. Las obras no empezaron hasta 1941 y en 1966 aún se estaban haciendo trabajos.
Para iniciar la construcción del nuevo templo, llegó una subvención de 40.000 pesetas y aportaciones populares hasta un total de 45.870,80 pesetas. Mosén Àngel contabilizó 21.560 pesetas en concepto de jornales voluntarios y trabajos de transporte con carro realizados por los vecinos, unos documentos que se pueden ver en la muestra con la relación de las horas dedicadas. Bergadà y Puig destacan que “hubo mucho trabajo a jova, el pueblo se implicó muchísimo”.
A finales de noviembre de 1944 se reactivaron las obras, después de un periodo de pausa con la remodelación del proyecto inicial por parte del mismo arquitecto. En esta ocasión se hizo una suscripción entre los feligreses de 16.000 pesetas. El día 2 de septiembre de 1945, coincidiendo con la Festa Major, mosén Àngel Godayol bendijo el templo a pesar que aún faltaba terminar el campanario y poner la campana. El 1946 se instaló la luz eléctrica y el año siguiente se reparó el harmonium. Cabe destacar también que el 1949 se bendijo la pintura de Sant Joan i les tres Maries al Calvari del pintor Lluís Masriera y en mayo del 1950 se bendijo finalmente el campanario y la campana, que costaron 35.920 y 10.961 pesetas, respectivamente. Esta última tiene tres nombres: Antolina, Isidra y Paulina, los dos primeros en honor a los patrones del pueblo y el tercer a uno de los de Pomar, mientras que los padrinos fueron familias que habían contribuido a culminar la iglesia.