METEOROLOGÍA
Sin trenes en el llano y nieve en el Pirineo
Las tormentas cortan la circulación en las líneas ferroviarias de la costa y Manresa. Las lluvias inundan bajos de edificios, fuertes vientos derriban árboles y granizo daña fincas de olivos

Viajeros toman en Lleida un bus fletado por Renfe por el corte de la circulación en la linea R14. - PAU PASCUAL PRAT
El temporal que azotó Catalunya a partir de la madrugada del miércoles al jueves combinó en Lleida copiosas lluvias, fuertes rachas de viento, granizo en el sur del Segrià que dañó fincas de olivos (más información en la página 20) y nevadas a partir de los 1.700 metros de altitud a lo largo de la mañana. La circulación de trenes quedó cortada en las líneas ferroviarias de la costa (R14) y de Manresa (RL4) debido a incidencias fuera de las comarcas leridanas.
En la línea de la costa, una caída de tensión hacia las 6.00 horas impidió circular convoyes a lo largo de la mañana y Renfe fletó autocares para recorrer el trayecto entre Lleida y Tarragona. La incidencia se dio por reparada hacia las 11.00, pero el tráfico siguió cortado hasta las 14.00 debido a un tren de mercancías averiado sobre las vías que tuvo que ser remolcado. Todo ello afectó a tres convoyes en dirección a Tarragona y dos en dirección a la capital del Segrià.
En cuanto a la línea de Manresa, la lluvia inundó las vías e impidió circular los trenes entre Sabadell y Terrassa. En esta última localidad finaliza la RL4, si bien parte de los trenes procedentes de Lleida prosiguen desde allí el trayecto hacia Barcelona tras cambiar su denominación por la de la línea R4. La incidencia, que tuvo lugar hacia las 8.45, se dio por resuelta a las 11.00. Afectó a 14 trenes que debían circular por el tramo afectado, entre los que tienen origen o destino en Lleida y los que circulan por la R4 entre Manresa y Sant Vicenç de Calders.
Las copiosas lluvias y fuertes rachas de viento de madrugada provocaron inundaciones en bajos de edificios, caídas de árboles y desperfectos en la vía pública. Los bomberos hicieron hasta el mediodía una veintena de salidas por incidencias ocasionadas por el temporal, mientras que la Guardia Ubana de Lleida informó que se habían producido acumulaciones de agua en puntos concretos como la avenida Rovira Roure y que activaron a los bomberos. Ninguno de los incidentes fue de gravedad.
El Pirineo leridano registró la segunda nevada importante del otoño, después de la que tuvo lugar el 23 de septiembre. La nieve cayó a partir de la cota 1.700 sin provocar incidencias de gravedad en la red de carreteras. El puerto de la Bonaigua (C-28) y el del Cantó, en el Eix Pirinenc (N-260), acumularon entre cuatro y diez centímetros de nieve, lo que obligó a poner en marcha las máquinas quitanieves para despejar la calzada. Las cotas altas se tiñeron de blanco y registraron caídas de las temperaturas por debajo de los cero grados. Por su parte, la mayoría de estaciones de esquí celebraron estas precipitaciones, que llegaron a un mes del inicio previsto de la temporada de esquí.