Castillonroy tiene un pantano, dos centrales hidroeléctricas... y la escuela sin luz
Castillonroy, que soporta el peaje del embalse de Santa Anna, la planta hidroeléctrica de su presa y otra en la toma de Pinyana, denuncia los frecuentes cortes del suministro

Los cortes del suministro eléctrico son frecuentes en la localidad. - AYUNTAMIENTO DE CASTILLONROI
En Castillonroy no hubo pan del día el martes pasado porque un largo corte del suministro eléctrico, que se prolongó entre las cinco de la madrugada y las nueve de la mañana, impidió que el panadero pudiera cocer las piezas que había ido amasando.
Al día siguiente ni en la escuela se podía usar la pizarra digital ni el médico podí extender recetas electrónicas, ahora por un nuevo corte prolongado del suministro eléctrico que se prolongó de nueve de la mañana a una del mediodía.
Un pueblo sin pan, los niños sin escuela y los mayores sin recetas en pleno siglo XXI no es algo normal. O no debería, por mucho que en Castillonroy (la Llitera) esté comenzando a tomarse como algo habitual por la frecuencia de los cortes de la luz.
La situación resulta paradójica si se tiene en cuenta que el municipio, ubicado en la zona este de la Llitera, en el límite con el Segrià, soporta un elevado peaje eléctrico: el embalse de Santa Anna, la central del pie de su presa y otra planta hidroeléctrica, esta ya en manos del Estado tras haber caducado su concesión, en la toma del Canal de Pinyana.
“La luz viene de Albelda por una línea anterior al embalse y las centrales. Es de 1920 y tiene los postes de madera”, explica el alcalde, Paco Riva, quien anota que “en cuanto hace aire, la luz empieza a fallar y poco después se va durante horas. Llevamos así tres años”.
Esos cortes afectan a los negocios locales y también a los servicios municipales. “Subimos el agua con bomba, pero si se corta corremos el riesgo de quedarnos sin reservas”, recuerda el alcalde. “Exigimos responsabilidades a Endesa por los continuos cortes de luz e insistimos en la necesidad de reforzar la linea”, añade.